La introducción del MacBook Pro de 2016 llegó con un par de cambios nefastos. El primero fueron los interruptores de mariposa del teclado que tenían problemas de vida útil. Se introducía fácilmente suciedad debajo de las teclas, bloqueando fácilmente los interruptores. El otro problema fue la introducción de la Touch Bar, que aunque era una buena idea en la práctica fue una inutilidad. Al estar demasiado pegada e integrada en el bloque principal de teclas era fácil tocarla sin querer, entre otros problemas de diseño, sin contar su baja durabilidad y costoso reemplazo. Pero ahora han creado la Flexbar, que es el mismo concepto pero más práctica.

La idea es la misma, una pantalla OLED que actuará como botonera configurable, pero al ser un periférico en forma de barra alargada tiene más utilidad. Se puede ubicar donde se quiera, por lo que se podría situar al lado del portátil en vertical, y totalmente configurable a través del programa FlexbarDesigner. Tiene también diversas disposiciones preestablecidas para distintos programas, en la línea de lo ofrecido por aquellos pocos desarrolladores que adaptaron sus programas a la Touch Bar, como Adobe. Que en cosas como Photoshop era útil, no lo niego, pero nunca me gustó.

El problema de la Flexbar es que es un proyecto de Kickstarter, con los problemas que entrañan estos proyectos. Pero la idea me parece buena, porque se podría integrar fácilmente incluso en todo tipo de juegos, como una botonera normal y corriente. Al final estos sistemas solo se les saca provecho dedicándoles horas y horas de configuración, que es lo que realmente me da pereza de ellos.

Vía: Tom's Hardware.