Razer actualizo hace unos meses el Basilisk v3 Pro con un cambio de sensor pero manteniendo el resto de características. Eso conforma un bastante conocido Basilisk v3 Pro 35K, que por lo demás tiene muy pocas novedades. Es el mismo gran ratón de la serie Basilisk, con un sensor que lo conforma en un ratón todavía más preciso.

Desembalado

El Basilisk v3 Pro 35K llega en la habitual caja verde y negra que usa Razer en la mayoría de sus productos. En la portada deja clara su conectividad inalámbrica y cableada, su iluminación ARGB y su sensor Focus Pro 35K. En la parte trasera se habla más de los complementos que se venden por separado, como la Mouse Dock Pro de carga inalámbrica con HyperPolling incluido del que hablo más abajo porque Razer también me prestó uno para el análisis y que fuera uno más completo de este ratón.

Al abrir la caja se ve el ratón en una bandeja de plástico, debajo de la cual hay una caja de cartón con los extras, salvo el receptor HyperSpeed que va en un extensor para este. Siempre insisto en que para que los receptores USB no den ningún problema deben de estar lo más cerca del ratón como sea posible para evitar pequeñas desconexiones que se puedan producir, aunque a 1000 Hz con este ratón no me ha ocurrido. Y para usarlo a 8000 Hz con la Mouse Dock Pro, como está ya encima de la mesa, tampoco ha habido problema. En la caja se incluye el manual de usuario, el cable USB tipo A a USB tipo C de 1.8 m forrado de tela trenzada de buena calidad, y unas pegatinas.

El diseño de la serie Basilisk me gusta especialmente porque se acomoda a mi mano grande, apropiada para alguien de metro noventa, y eso es algo a tener en cuenta. Es un ratón grande, de 130 mm de largo, y es algo pesado, 112 g. La ergonomía es buena para usarlo principalmente con la palma, pero también sirve perfectamente con garra. El diseño hace que esté más alzado por la parte derecha y que caiga bastante por la derecha, lo cual es lo ideal para mi agarre con palma. Siempre me he sentido cómodo con este diseño.

En el lateral hay un reposapulgar porque se incluyen los habituales dos botones adicionales, pero también un tercero a modo de leva. Este botón será muy complicado de apretar rápidamente por alguien con mano pequeña, por lo que el Basilisk v3 Pro lo desaconsejaría para estas personas. El botón permite bajar a 400 PPP la sensibilidad, lo cual hace que se puedan afinar los tiros, por ejemplo. Es el botón de franco por excelencia en los juegos competitivos.

Los laterales tienen una textura de goma, de la cual no soy muy partidario porque luego se queda suciedad en los agujeritos de que se compone el patrón de la textura. Mayormente sudor, que en sitios cálidos puede ser un desafío a la estética del ratón a corto plazo. Además la goma tiende a desgastarse más rápido, así que al final es un doble desafío a la estética.

En la parte superior hay dos botones adicionales, más la rueda HyperScroll la cual cuenta con clics laterales. Esto último es algo obligatorio en los ratones que uso porque aporta mucha comodidad de uso en los navegadores y otras aplicaciones donde funciona el avance/retroceso. La rueda permite dos modos de uso, dentado y giro libre. El primero es el modo habitual en el que se notan las muescas a medida que gira. El segundo es un modo en el que se consigue una máxima velocidad de giro continuo para cuando pueda ser práctico, como por ejemplo ciertos juegos. Es configurable, y pueden cambiar automáticamente entre un modo y otro, pero hay que configurarlo en Synapse 4.

En la parte frontal está la toma USB tipo C, con un espacio justo para la mayoría de cables de este tipo. En la parte inferior se puede ver cinco zonas con almohadillas de teflón puro, pero en conjunto no abarcan mucha superficie. El ratón desliza perfectamente, pero para la vida útil sería prefierible que las almohadillas fueran más grandes. Se suelen vender repuestos baratos de las almohadillas de los ratones de Razer, por lo que tampoco es un problemón. Suelen durar al menos cuatro años sin problemas sobre una mesa normal de madera. Las del Naga Pro de 2020 que uso a diario las cambié recientemente, destrozadas tras cuatro años de muchísimo uso.

En la parte inferior también se ve un botón para cambiar entre los cinco perfiles que integra el ratón, y un botón para cambiar entre apagado (o uso cableado), Bluetooth y receptor USB. Hay también una tapa circular que al girarla un poco sale y deja ver un hueco para guardar el receptor USB. También se ven varios contactos para ponerle un disco de carga inalámbrica que se vende por separado, o incluida en el Mouse Dock Pro.

Mouse Dock Pro

El Mouse Dock Pro de Razer es una base de carga para ciertos ratones inalámbricos de la compañía que les proporciona esa carga inalámbrica. El dispositivo llega en la caja con la misma estética de Razer de prácticamente todos sus productos, aunque en la portada deja claro que también actúa como un receptor Hyperpolling de 8 kHz, lo cual puede tener cierta utilidad.

En el interior se incluye la base con una protección de plástico, y en ella va también el disco que hay que ponerle al ratón para que cargue de manera inalámbrica. También hay un cable USB tipo A a USB tipo C forrado de tela trenzada de 1.8 m de buena calidad como el incluido con el Basilisk v3 Pro 35K. Esta base también es compatible con el Basilisk v3 Pro, el Cobra Pro y el Naga v2 Pro.

El disco se pone girándolo, y una vez que está puesto en el ratón se queda fijo en la base, la cual está ligeramente inclinada. Tiene un tamaño de 83.5 mm × 56 mm × 43.5 mm, con un peso de 112 g. En la parte posterior tiene una toma USB-C, y en torno a la base hay una franja de iluminación ARGB. En la parte inferior hay goma antideslizante, y realmente es difícil de deslizar sobre una superficie. Se puede limpiar con un poco de agua.

El PVPR de esta base de carga inalámbrica es de 100 euros, lo cual es un precio estratosférico para lo que es. Eso sí, es una base de carga que está mucho mejor diseñada que las anteriores que Razer ha usado en algunos de sus productos, como la del Naga Pro que uso a diario y la cual era una base horrible. Deja de funcionar a los pocos meses porque los dos pines que hacen contacto con el ratón dejan de hacer contacto correctamente.

Esta base es mucho mejor, más allá de la utilidad de que tenga el receptor de 8 kHz incorporado. El ratón se sujeta magnéticamente con mucha fuerza, pero tampoco excesiva, por lo que se puede retirar el ratón con la dificultad justa. Es una base mucho más atractiva, mucho más práctica, más duradera… pero de cien euros. Para usar el Hyperpolling incluido hay que emparejar el ratón con la base desde Synapse 4.

La recarga inalámbrica es de tipo Qi, por lo que se pueden usar otras bases para cargar el ratón siempre que el disco se alinee bien en ellas, lo cual es bastante sencillo. Lo he probado con una base inalámbrico que tengo Qi de una marca china y se ha recargado sin problemas. El disco de carga se vende por separado por 25 euros, por lo que si no se quiere gastar 100 euros para la base de carga con el Hyperpolling integrado, es una alternativa más barata para solo la carga inalámbrica.

Características

Como he dicho anteriormente, el Basilisk v3 Pro 35K centra sus cambios en el sensor, porque por lo demás prácticamente no ha cambiado respecto al Basilisk v3 Pro de hace un par de años. Ese sensor es el Focus Pro 35K de la propia Razer, el cual es un modelo con una sensibilidad de 35 000 PPP, una velocidad de 750 IPS y una aceleración de 70 G. Es el mejor sensor del mercado, lo cual da una máxima precisión, y no es que vaya a notarse la diferencia respecto al Focus Pro anterior.

El muestreo (o sondeo del USB) se realiza a 1000 Hz a través del receptor HyperSpeed incluido con el ratón o por Bluetooth. Para conseguir los 8000 Hz hay que usar la Mouse Dock Pro (100 euros) o el receptor Hyperpolling (35 euros). Es un coste adicional a los de por sí altos 180 euros del Basilisk v3 Pro 35K, así que para exprimirlo al máximo hay que gastarse al menos 215 euros, que es una inversión que normalmente no merecerá la pena frente a comprar otros productos similares, como el propio Basilisk v3 o Basilisk v3 35K, ambos cableados, que ofrecen prácticamente lo mismo que este pero solo la opción de 1000 Hz de sondeo.

Basilisk v3 Pro 35K de Razer
Dimensiones130 mm × 75.4 mm × 42.5 mm
Peso112 g
Conexióncable USB, Bluetooth, receptor USB
Manoderecha
Agarres preferentespalma, garra
SensorFocus Pro 35K Gen. 2
Sensibilidad35 000 PPP
Velocidad750 IPS
Aceleración70 G
Muestreo1000 Hz (8000 Hz con receptor Hyperpolling que se vende por separado)
Botones adicionalesTres en el lateral izquierdo, dos en la parte superior, clics laterales de ruedecilla
Agarrepalma, garra
Memoria internacinco perfiles
AutonomíaBluetooth hasta 210 h, receptor HyperSpeed hasta 140 h, receptor Hyperpolling (se vende por separado) hasta 28 h
Extrasruedecilla modo dual de movimiento: muescas y libre; iluminación ARGB
Colores de carcasanegro, blanco
PVPR179.99 euros (oct. 2024)

Los interruptores principales incluidos en el ratón son los ópticos de Razer de tercera generación. Estos interruptores ópticos es una cosa de esas que cuando los pruebas parece que no aportan nada, pero cuando vuelves a un ratón con interruptores mecánicos es cuando notas la diferencia. Son muy beneficiosos para juegos de acción rápida por la eliminación del tiempo de rebote de los mecánicos para evitar detecciones dobles de clics, por lo que capturan todos los clics que se hagan por rápido que se pulsen los botones.

En cuanto a la autonomía, ha mejorado bastante. Por el receptor USB sube a 140 h, por Bluetooth a 210 h y por el HyperPolling a 28 h. El modelo anterior alcanzaba las 110 h por el receptor USB, las 150 h por Bluetooth, peor hasta las 32 h por el HyperPolling, por lo que por este lado hay un pequeño bajón. Son datos sin la iluminación encendida y en movimiento continuo del ratón, por lo que en la realidad difererirán bastante, e incluso superan esos datos.

Por Bluetooth con el ARGB a 1000 Hz me ha durado en torno a las 40 h con el efecto arcoíris, que es el más exigente en cuanto a procesamiento. Si se usara un color estático u otro que cambie más lentamente aumentaría bastante. En general es una buena autonomía porque debería de permitir una semana de cinco o seis horas de juego al día, o unos cuatro o cinco días de uso todo el día jugando y trabajando, teniendo en cuenta que habrá muchos mmomentos en que no estará en uso el ratón, solo la iluminación.

El ratón tiene un PVPR de 180 euros, y como siempre irá bajando con el paso de los meses. El problema es que el Basilisk v3 Pro tiene un PVP de 140 euros, que es más razonable para lo que es, pero la opción recomendable de esta serie es el Basilisk v3, que ronda los 55 euros, o en su defecto el nuevo Basilisk v3 35K, que es igual pero con el nuevo sensor Focus Pro 35K y con un PVPR de 90 euros. Pagar 90 euros más por ser inalámbrico me resulta excesivo, aunque funcione a la perfección y pueda usar el receptor de 8000 Hz, cosa que el cableado no puede.

Y no me malinterpretéis porque al hablar de precios el análisis se fija a un día específico. Así que cuando el precio baje —que bajará—, habría que reevaluarlo. La ventaja de Razer reside en que el diseño de la serie Basilisk solo tiene un par de competidor, el de la serie G502 X de Logitech, con un sensor claramente peor, sin la rueda doble, sin el ARGB, con una ergonomía ligeramente peor, y de un PVPR similar aunque lleva ya dos años y medio en el mercado y su PVP es más bajo. Así que el Basilisk v3 Pro 35K es caro, pero es a la vez es único en sus características, y solo tiene un rival que está a distancia en calidad.

También está el Model I 2 Wireless de Glorious, pero es un ratón bastante peor que ni siquiera tiene rueda con clics laterales, aunque solo pesa 75 g. Está bien, pero los de Logitech y Razer son claramente mejores. Y el de Razer es el mejor de los tres, con diferencia, aunque al final estrictamente el rendimiento del sensor no haya tanta diferencia real para el jugón. La diferencia está en todo lo demás.

Progama de configuración

El programa de configuración es el habitual Synapse 4, el cual ha mejorado bastante estéticamente, aunque sigue habiendo un talón de Aquiles: la actualización del firmware de los productos. La base tenía una disponible, pero Synapse 4 solo ofrece un enlace a la web de Razer, desde donde se tiene que descargar una aplicación y luego ejecutarla para instalar el nuevo firmware. Es muy poco práctico, teniendo en cuenta además que la competencia de Razer hace la instalación del firmware desde sus propias aplicaciones de gestión (Corsair, Logitech, Turtle Beach…).

Hay otra molestia y es que al arrancar Synapse 4 se descargarán los perfiles de uso de la base y el ratón, pero luego hay que reiniciar el equipo, lo cual tampoco ocurre en las aplicaciones de otras compañías. Son un par de cosas en las que Razer debe trabajar, aunque solo sean molestias puntuales por lo que me imagino que lo cambiará cuando pueda, algún año de estos. Era más importante los cambios de rendimiento de Synapse 4, aunque espero que no espero a Synapse 5 para introducirlos.

Salvo esos fallitos de comodidad, el resto del programa funciona estupendamente. La primera pantalla del ratón es para la gestión de cosas básicas, como el cambio del modo de la rueda (dentado o giro libre), con varias opciones de cambio automático entre ellas. Hay veces que tarda un poco en reaccionar el ratón tras el cambio del modo de la rueda, pero no sé de qué depende. Sea como sea, la rueda HyperScroll es un gran añadido al ratón, y el cambio inteligente es la forma en que la he usado.

En esta primera pestaña de opciones se pueden reasignar los botones del ratón, que es algo a hacer. Normalmente en los clics laterales tengo el avance/retroceso de página —que funciona en muchas otras aplicaciones—, en los dos del lateral la subida/bajada del volumen —porque lo hago muchísimo a lo largo del día—, y en los dos botones superiores los de reproducción/pausa y silencio. La idea que tengo a la hora de configurar los ratones es tener lo que hago más en ellos, no lo que hago menos, como pasar de pista o cosas similares.

Como se pueden crear perfiles por juego, y además están las combinaciones del Hypershift, se pueden asignar otra acción adicional a cada botón. El que no cambiaría es el de franco, porque sirve bien por igual en juegos y en ciertas tareas del día a día o profesionales que necesitan precisión. Desde esta pestaña también se puede iniciar la herramienta de sincronización del receptor HyperSpeed, que puede sincronizarse con dos dispositivos de Razer.

La siguiente pestaña es la de la configuración de la sensibilidad del ratón, en cinco tramos, o la tasa de sondeo, que es de 1000 Hz por Bluetooth o receptor HyperSpeed. También se puede calibrar el sensor para la superficie en que se vaya a usar, y es un proceso que lleva varios minutos. La siguiente pestaña es la de la iluminación, con cambios al brillo, efectos, o creación de efectos personalizados a través del Chroma. Luego hay una pestaña con un par de opciones de ahorro de energía.

El ratón tiene para cinco perfiles de memoria interna, aunque no todas las opciones pueden ir en la memoria. Como Synapse 4 es mucho menos intrusivo que Synapse 3, ahora mismo lo he dejado instalado porque habitualmente configuraba el ratón —el Naga Pro que uso a diario— y luego desinstalaba la aplicación. Ahora mismo no veo mucha razón para hacerlo así. Se puede crear una cuenta de Razer en la que se guardan las configuraciones de sus periféricos, que sería lo ideal para usarlo de copia de seguridad o para llevarlas a otros equipos. No es obligatorio, pero registrarse es útil.

La Mouse Dock Pro se configura también aquí, y se resume en la herramienta de sincronización del HyperPolling para usar el Basilisk v3 Pro 35K a 8 kHz y la gestión de la iluminación ARGB que tiene en torno a la base.

Conclusión

El Basilisk v3 Pro 35K es un modelo de primera línea aunque es una simple actualización del Basilisk v3 Pro. La mejora del sensor personalmente no la noto en el día a día o en juegos, porque tampoco es una gran mejora frente al sensor que tenía, que salvo por la sensibilidad de 30 000 PPP el resto de características son iguales. Chirría más que no incluya los 8000 Hz por defecto, sobre todo por el PVPR del ratón de 180 euros, y que en combinación con el sensor sí que se nota algo más la diferencia.

Lo especial de este diseño Basilisk está en el botón lateral para bajar al instante la sensibilidad a 400 PPP —el modo franco que viene tan bien en muchos juegos—, y en la rueda HyperScroll que resultará útil para distintas tareas. La calidad de fabricación es estupenda y la iluminación ARGB apoya muy bien a su aspecto. El sensor o los 8000 Hz no puedo decir que lo notara al empezar a usarlo, pero sí lo noté cuando volví a un ratón más normal como es el Naga Pro. Es un gran ratón, pero a un alto precio que puede echar a muchos atrás.