La gran limitación de los discos duros SSD y memorias Flash es sin duda el desgaste producido por la lectura y escritura. En general, el hueco en que se almacena un bit de información suele durar unos 10.000 ciclos de lectura y escritura. Pero un descubrimiento va a permitir subir esta limitación hasta los 100 millones de ciclos.
El proceso es bastante sencillo, y según los ingenieros de Macronix, los descubridores de semejante buenas noticias, no es nada que no se pudiera haber hecho hace 10 años. El proceso para que las memoria flash NAND duren hasta semejante cantidad de ciclos implica calentar el material que lo almacena hasta más de 800 grados. Y aseguran que han puesto un límite de 100 millones de ciclos porque en realidad ver la duración de la memoria con este método llevaría miles de millones de ciclos de lectura y escritura, y traducido en tiempo serían meses de estudio.
Este calentamiento, que solo dura unos milisegundos, de las células de memoria de que consta una memoria flash se lleva a cabo introduciendo nuevos elementos en la memoria flash que permiten usar una corriente eléctrica para calentar cada célula de forma individual. Con las temperaturas necesarias, el material que se usa para almacenar la información se regenera, con lo que su vida útil aumenta.
Esta necesidad de ir calentando las células se podría hacer cuando los diseñadores de los discos duros y pendrives decidiesen, como por ejemplo mientras que el disco duro esté en reposo y con corriente, o cuando un móvil estuviera conectado a la red eléctrica para no gastar batería en el proceso.
¿Gran invento? ¿Habéis tenido problemas alguna vez con un SSD?