Vosotros pensaréis '¿un análisis de Splatoon a estas alturas del año? Si el juego salió hace eones'. Razón no os falta, pero las circunstancias de su lanzamiento han hecho que hasta agosto no considerase que Splatoon estuviera completo.Voy a explicarlo todo desde el principio.
Nintendo se arriesgaba con Wii U más de lo que pensaba. A pesar del nombre que recordaba al éxito en ventas de la pasada generación, no han conseguido enganchar al público general, por lo que las miradas de la compañía se volvieron hacia los jugadores que habían pasado su infancia con Nintendo.
Pero ahora habían crecido y se habían buscado experiencias un poco más serias o profundas (ojo, no confundir juego serio con juego de matar) por lo que Nintendo necesitaba ofrecer algo similar pero acorde con su espíritu y, sobre todo, como máxima de la compañía: que fuera divertido para todo el mundo.
De estas dos premisas y gracias a la incorporación de empleádos jóvenes que han aportado nuevas ideas a la compañía ha nacido Splatoon, el primer juego original de Nintendo en 14 años. ¿Ha merecido la pena? Os adelanto que es un sí como una catedral, pero también he de decir que se nota que Nintendo está verde en esto del juego en línea.
Una guerra diferente
Splatoon es un TPS (third person shooter) o juego de disparos en tercera persona en el que los soldados se han sustituido por humanos con rasgos de calamar, los entornos de guerra por ciudades coloristas y las balas por pintura de colores. Efectivamente Splatoon es un juego de guerra de pintura, pero al contrario que en el Paintball, aquí lo importante será manchar cuanto más suelo de nuestro color mejor. Al final de la partida de 5 minutos, el equipo de cuatro personas que más superficie haya pintado será el ganador. Fácil, sencillo y para toda la familia.
A priori una mecánica sencilla puede derivar en un juego aburrido o repetitivo, y en ocasiones Splatoon peca ligeramente de lo último (menos ahora que hay más variedad de escenarios, armas, etc.), pero este juego esconde un factor estratégico mucho mayor que cualquier juego de disparos del mercado, y es que nuestros personajes se desplazarán más rapido por las zonas pintadas de nuestro color y más despacio por las del contrario.
Esto hace fundamental que nos centremos en pintar en vez de matar enemigos. La selección de armas también es un componente estratégico enorme ya que habrá armas que sirvan para pintar más, otras para ofrecer apoyo desde atrás, etc. Este ha sido uno de los puntos que Nintendo ha creado pero que no ha sabido explotar.
Cada vez más cosas con las que jugar
¿Por qué decía a principio del artículo que consideraba que Splatoon era un juego incompleto? Cuando se lanzó solo contaba con cinco mapas, un solo modo de juego online y una variedad de armas que no dejaban ser ser las mismas pero con estadísticas diferentes. Unos números irrisorios en comparación con cualquier otro juego del estilo.
Aunque Nintendo ha arreglado esta situación con actualizaciones periódicas gratuitas pero que ya estaban incluidas en el disco (mal Nintendo, mal), no ha sido hasta la gran actualización de agosto cuando ha pasado a ofrecer una experiencia online realmente completa con nuevas armas, mapas, posibilidad de hacer grupos con amigos, partidas privadas y nuevos modos de juegos.
Aunque el combate territorial, cuyas reglas he explicado antes, sigue siendo el modo más jugado, ahora se puede disfrutar también de los modos Pintazonas, Pez dorado y Torreón, que no voy a explicar en detalle pero que se tratan de variaciones de otros modos de juego más conocidos como capturar el punto, captura la bandera o vagonetas.
Es estos modos de juego la estrategia antes comentada alcanza su máximo explendor siendo imprescindible que los miembros de cada equipo colaboren y de nuevo recalco que suele ser mucho más importante y efectivo pintar el suelo para frenar el avance del contrario que centrarse en terminar con el portador de la bandera directamente. Pero de nuevo, Nintendo ha cometido errores de novato, o simplemente decisiones sin sentido.
A pesar de tener un modo competitivo local (muy pobre y que roza lo anecdótico) y un modo de un solo jugador al que merece la pena dedicarle unas líneas más adelante, es indiscutible que el plato fuerte de Splatoon es el modo por internet, y la ventaja que tenía Nintendo por llegar tarde a este tipo de juegos es que sus competidores han ido puliendo el sistema y descubriendo qué es lo que funciona y qué es lo que no, y es justo aquí donde Nintendo hace las cosas a medias.
No todo son colores bonitos
¿Selección de mapas? No, Nintendo decide que escenarios 2 se juegan en cada tipo de juego y estos cambian cada 4 horas. ¿Cambiar de arma en la partida para adaptarte a tu equipo o planear estrategias nuevas? No, tienes que salir de la partida para cambiarlo. ¿Adaptar tu estilo de juego a los potenciadores que aporta cada prenda? No, son aleatorios y no se pueden cambiar, si quieres algo diferente comprate otro gorro y ten mas suerte o gástate mucha pasta en pedir algo que le veas a otro jugador en el vestíbulo.
¿No te sientes cómodo con el modo de control por movimiento del gamepad y quieres cambierlo? No, tienes que jugar así por narices. ¿Puedes seleccionar que armas secundarias quieres usar? No, estas dependen del arma que estes usando en cada momento. Decisiones que no logro comprender, pero que chocan totalmente con los juegos a los que estamos acostumbrados hasta ahora dando un paso atrás en el género. Si en Mario Kart 8 puedes votar por el circuito que quieres ¿por qué aqui no?
Otra decisión que no logro comprender es acerca del modo para un jugador. Nintendo es experta en estos modos y lo demuestra una vez más con el de Splatoon, al que considero imprescindible dedicar unas horas para coger habilidad con el mando. Se nota que ha sido en este modo donde los diseñadores han dado rienda suelta a su imaginación y encontramos mecánicas sorprendentes. Mi pregunta es: ¿por qué no se incluyen alguna de estas mecánicas a los escenarios?
Disto mucho de ser un diseñador de escenarios, pero con las esponjas, los chorros, las barredoras y otros muchos elementos se vienen a mi cabeza mil formas de darle vida, movimiento y competitividad a los escenarios multijugador. ¿Por qué has querido que el multijugador y el modo para un jugador sean tan diferentes Nintendo?
Un juego al que no querrás dejar de jugar
Si conseguimos que todo esto no nos moleste, y ya os digo que cuando llevemos unas cuantas partidas ni nos acordaremos, Splatoon sobre todo es muy divertido. La variedad de armas que hay ahora aporta mucho color a los combates (perdón por la broma fácil) y hace que sea un juego simple de pintar para los que no quieran complicarse la vida y una auténtica pelea estratégica para aquellos que busquen la máxima competitividad.
La próxima vez que mires el reloj, verás que han pasado dos horas y que tu sigas pensando en qué zonas hay que pintar primero para conseguir arrinconar al enemigo (a pesar de ser casi el mismo mapa una y otra vez) o qué arma va a ser la siguiente que quiero probar ahora que hay mucha más variedad. Como todos los juegos de Nintendo, no se qué tiene pero quieres seguir jugando una partida tras otra.
Antes de terminar me gustaría hablar un poco acerca de la música del juego. No soy un melómano, pero la música de Splatoon me tiene cautivado. Ritmos alegres, rápidos con mezcla de electrónica y ritmos rock de guitarra y batería, que cuadran perfectamente con la acción del campo de batalla. A pesar de no ser una selección de música muy variada, no solo no me canso de oírlas si no que además me gusta escucharlas fuera del juego, sobre todo mi favorita.
Termino este análisis para decir que definitivamente Splatoon es un gran motivo para comprarse una Wii U si aún no tenéis una, y un imprescindible para cualquier jugador. Nintendo, aun en terreno pantanoso, ha conseguido triunfar y sacar una buena legión de fans a los que seguro sabe recompensar con nuevo contenido. Y recemos para que Splatoon 2 traiga solucionados todos esos fallos que he comentado.
P.D: Nintendo, por favor, en la próxima actualización haz que se pueda saltar el discurso inicial de las hermanas calamar: está bien las primeras veces, pero luego...
Vía: Eurogamer.