El creador de PlayerUnknown's Battlegrounds, Brendan Greene, se mostró en diciembre bastante airado por el hecho de que le copiaran las mecánicas del juego para crear prácticamente clones. Sobre todo en China, donde las leyes con todo lo referente a los derechos de autor son mucho más laxas. Alegaba que «si solo se limitan a plagiar, el género no crecerá y la gente se aburrirá de él». Pero avanzando seis meses en el tiempo, Fortnite le ha comido mucho terreno y lleva tiempo siendo la sensación de los deportes electrónicos.
Con ello, y queriendo sacar un pellizco del éxito de su contrincante, PUBG Corp ha demandado a Epic Games en Corea del Sur. La compañía quiere que los jueces se pronuncien sobre si las similitudes entre PUBG y Fortnite constituyen infracción de derechos de autor. La demanda ha salido a la luz ahora, aunque se realizó el pasado mes de enero, y aparentemente los tiras y aflojas entre ambas compañías van hasta el pasado septiembre, cuando empezó el acceso al modo Fortnite: Battle Royale.
Si PlayerUnknown's Battlegrounds ha perdido el favor del jugón es simplemente porque se ha quedado atrás. Tiene un mal rendimiento, no hay novedades interesantes, y el tema de las trampas sigue quemando a muchos jugadores que abandonan el juego. Incluso PUBG Corp ha reconocido esta situación, prometiendo cambios. Pero para Greene, Fortnite también debe ser parte del problema, y de ahí la demanda.
En ella también lamentan que Epic Games era un socio de Bluehole, la matriz de PUBG Corp, lanzara un juego tan similar a PUBG, aparentemente copiando elementos clave y la interfaz de juego para su modo battle royale en Fornite.
Vía: VG24/7.