Una de las sagas roleras por ordenador más míticas es la de Baldur's Gate, y en su momento se crearon multitud de juegos con un sistema de juego similar, ambientadas en diferentes partes de los Reinos Olvidados. Es una de las ambientaciones clásicas de Dragones y Mazmorras junto con la de Falcongrís, esta última siendo la ambientación clásica y en la que jugaba Gary Gygax y su gente. Ahora va a volver este mismo año, como acceso anticipado, con la tercera entrega, Baldur's Gate 3.
No soy nada aficionado a esta mierda de los accesos anticipados, porque teniendo poco tiempo para jugar lo que quiero es jugar a un título que esté completo. El juego se basa en las reglas de la quinta versión de Dragones y Mazmorras, tras una cuarta edición un poco terrible desde el punto de vista de mecánicas —excesivamente de tablero para el gusto de los roleros veteranos—. Así que siendo la quinta versión, lo que se puede esperar es algo mucho más similar a la tercera, que se puede encontrar en juegos como Pathfinder.
El primer vídeo a ver de esta nueva entrega, publicado en la PAX East que se celebra estos días en EE. UU., es el tráiler cinemático. Da mucha información sobre lo que se puede esperar, pero el ver a una nave de los ilícidos sacada directamente de Spelljammer me ha llegado a la patata.
Tras ver el vídeo quizás le dé una oportunidad, habida cuenta de que soy muy poco nostálgico —es uno de los peores sentimientos por los que dejarse llevar—. Donde se la juega realmente Larian Studios es en la trama en sí y en la jugabilidad, y por eso han mostrado un largo vídeo de una hora de juego en el que se puede ver algunas de las mecánicas iniciales y la cierta complejidad que tendrá Baldur's Gate 3.
El juego se puede disfrutar íntegramente en un modo por turnos, que es como se juega con dados y papel. Es la forma de disfrutar mejor este juego, y me alegra que Larian Studios lo haya respetado. Desde el momento en que se determina si hay sorpresa y se tira la iniciativa hasta el paso de las rondas.