Si estás jugando Cyberpunk 2077 en PC o las consolas de nueva generación es probable que no tengas excesivos problemas jugándolo. Bueno, se te colgará de vez en cuando —me ha ocurrido—, quizás alguna vez no arranque y tengas que reiniciar el PC —me ha ocurrido—, igual tu personaje mostrará las tetas a través de la chaqueta o quizás aparezca desnuda —me ha ocurrido—, quizás tengas que recargar una partida anterior de hace diez minutos porque una misión falla y no te deja continuar—me ha ocurrido, desapareciendo Jackie con quien tenía que hablar para continuar—, o los personajes atraviesen paredes, te atraviesen mientras andas y les veas el no cerebro en su interior o tu coche salga volando con un simple golpe a otro —sí, sí y sí, me ha ocurrido—. Pero aun así el juego es jugable. Donde no es jugable es en PS4 y Xbox One, y CD Projekt ha tenido que dar la cara finalmente.

La compañía ha indicado que tras tres retrasos en el lanzamiento del juego no consiguieron solucionar todos los problemas de en la PlayStation 4 y Xbox One debido a que «subestimamos el grado y complejidad de los problemas, ignoramos las señales de que se necesitaba tiempo para afinar el juego para las consolas de la pasada generación». Lo cual ha llevado a la compañía a «perder la confianza de los jugones y la reputación que se habían labrado durante gran parte de sus vidas».

Y diciendo una obviedad, han prestado más atención al juego en las consolas de la actual generación y a los PC que al de las consolas de la pasada generación. Como excusa pone que los betatesteadores contratados de otras compañías no han podido probar los juegos debido a que no lo podían hacer desde casa. Lo cual estaría bien si no fuera porque las pruebas no se hacen la última semana antes de que el juego se ponga a la venta, sino que se hacen durante todo el desarrollo, y especialmente desde que el juego sale de alfa. Igual esta excusa pueda colársela a otros, pero a mí no.

Que no haya podido realizar bien las pruebas este año no justifica que algunos fallos sigan presentes en el juego, tras tres retrasos en la fecha de lanzamiento. Es que hay fallos que deben llevar años en el juego, como todo lo referente a los visuales de las posiciones extrañas de los PNJ de pie sobre asientos con los brazos en cruz —me ha ocurrido—, o los objetos que cogen pero que están desplazados respecto a la mano —me ha ocurrido—.

El problema reside en que estos jugadores de consolas no podrán obtener siempre el reembolso si compraron la versión digital como había prometido CD Projekt ayer mismo, dando la sensación de que habría un reembolso incondicional para apaciguar a los jugones furiosos. Al menos, no directamente de Sony y Microsoft, porque ambas compañías aseguran que no van a hacer excepciones con CD Projekt ya que las ventas de sus tiendas digitales son finales y no reembolsables tras haberlo jugado cierto tiempo, el tiempo pasado desde la compra u otros factores. Microsoft es un poco más laxa, pero Sony no hace reembolsos pasados los catorce días desde la compra.

La mejor opción habría sido que CD Projekt hubiera retrasado el lanzamiento en PS4 y Xbox One hasta que estuviera exento de los fallos más gordos que tiene el juego en ambas consolas y que os podéis pasar por YouTube si tenéis curiosidad sobre ellos. Quizás estuvieran ligadas esas versiones al lanzamiento en las PS5 y Xbox Serie X, por lo que ha debido de ver el mal menor dejar atrás a los jugadores de PS4 y Xbox One. Pero que han hecho un lanzamiento al peor estilo de Ubisoft, Bethesda o Electronic Arts es algo incontestable. Ahora se la juegan a arreglar ese desastre en consolas lo antes posible, y a la vez trabajar en los DLC y expansiones del juego y en arreglar el juego en PC en consolas. Esto va a llevar años arreglarlo.

Vía: Ars Technica, WCCFTech.