Microsoft y Sony han tenido dos estrategias diferentes para capear el temporal de la escasez de chips, aunque partían de situaciones distintas. Mientras que Sony optó por extender la disponibilidad de la PS4 hasta al menos todo 2022, Microsoft prácticamente canceló la producción de la Xbox One nada más ponerse a la venta las Xbox Series X y S. Así lo ha indicado un portavoz de Microsoft a The Verge. «Para centrarnos en la producción de las Xbox Series X y S, detuvimos la producción de todas las consolas Xbox One a finales de 2020».
Microsoft partía de una ventas muy bajas de la Xbox One, y además lanzó la Xbox Serie S que llegó para dar una consola menos potente que la Xbox Serie X pero más barata, situada en los 300 euros. Poco margen de precios había para dejar en el mercado las Xbox One y Xbox One X. Además, la compañía puede sacar más chips de cada oblea para la Xbox Serie S que de la Serie X, lo cual beneficia su disponibilidad.
El resultado de esto es que a pesar de que Microsoft no puede cubrir la demanda de la Serie X sí que puede cubrir la de la Serie S, estando ampliamente disponible. Junto con el reclamo del Xbox Game Pass, se sigue vendiendo bastante bien ante la falta de poder comprar otras consolas al instante en las tiendas. Su precio de 300 euros también está ayudando a que se venda bien.
Vía: Videocardz, The Verge.