Razer ha anunciado el DeathStalker v2, un modelo cableado con interruptores ópticos, junto con su versión inalámbrica DeathStalker v2 Pro, y una versión inalámbrica compacta DeahtStalker v2 Pro TKL. En esencia son muy similares ya que tienen una base de aluminio y se ofertan con los interruptores ópticos de perfil bajo fabricados por Razer. Las teclas son de tipo ABS, y disponen de iluminación RGB configurable por tecla.

Estos interruptores ópticos de perfil bajo pueden ser de dos tipos: rojos, lineales con el punto de actuación a 1.2 mm, un recorrido total de 2.8 mm y una fuerza de actuación de 45 gF; y púrpuras, táctiles sonoros con un punto de actuación y táctil a 1.5 mm, con un recorrido total de 2.8 mm y una fuerza de 50 gF.

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Estos teclados tienen una toma USB tipo C para un cable retirable. Todos los modelos disponen de una rueda y botón para control de la música. La conectividad inalámbrica es doble, a través de un adaptador USB en la banda de los 2.4 GHz o por Bluetooth 5.0. Se cambia entre ellos con un interruptor en el frontal, que además permite cambiar entre tres dispositivos Bluetooth con los que puede estar emparejado.

El modelo inalámbrico extendido tiene una autonomía de 40 horas, mientras que el compacto tiene una autonomía de 50 horas, ambas con el brillo al cincuenta por ciento. Si se desactiva la iluminación, se va a las doscientas horas. El teclado incluye memoria interna para cuatro perfiles de configuración distintos modificables a través de Synapse 3.0

El DeathStalker v2 cuesta 200 dólares/euros, el DeathStalker v2 Pro cuesta 250 dólares/euros, y el DeathStalker v2 Pro TKL cuesta 220 euros/dólares.