Una de las series de éxito de la temporada ha sido House of Cards. Una serie basada en otra británica de 1990 que me encantó desde el primer minuto porque, bueno, Kevin Spacey es un actor excepcional (aunque tenga alguna películas para olvidar en su filmografía). Pero Spacey tiene claro porqué ha sido un éxito la serie (Castillo de naipes, en español): que distribuirla por Netflix ha dado al espectador el control sobre la serie.

En el festival de Edinburgo dió unos cuantos datos que dan que pensar. El primero, referente a su serie, que todas las cadenas estaban realmente interesadas en la idea, pero necesitaban un episodio piloto para ver si tendría éxito. Lo habitual en el mundillo televisivo. Pero cuando se la ofrecieron a Netflix, les dijeron que sus números decían que sería un éxito y que compraban toda la primera temporada. Sin más.

Más datos: sobre los pilotos, en 2012, se crearon en EE.UU 113 episodios pilotos, 35 fueron elegidos para crear una primera temporada y solo 13 se renovaron para una segunda, pero casi ninguna ha sido renovada para una tercera. En 2013, 146 pilotos y 56 se han convertido en series de las que no se sabe qué ocurrirá con ellas para el próximo año. El coste de todos esos pilotos fue de entre 300 y 400 millones de dólares, lo que en palabras de Kevin Spacey hace que House of Cards sea una serie realmente efectiva en relación coste/resultados.

¿Cuál ha sido la razón del éxito de House of Cards? Spacey considera que los espectadores quieren la libertad de ver lo que quieran cuando quieran, y si quieren ver la serie en tan solo tres días sin salir de casa, que tengan la posibilidad de hacerlo. Pero también a un precio razonable, y no como ha hecho la industria musical. Pero deja otra idea: ¿qué diferencia a una película de una serie? ¿La duración? ¿Que la vemos en el cine en vez de en el iPad? Para él, eso no son más que etiquetas impuestas por agentes, managers y abogados que las usan para cerrar tratos. Pero el espectador lo que quiere es, simplemente, historias, y solo hay que dárselas cuándo y dónde quieran, ya sea su iPad, el ordenador, el cine o la televisión, sin distinciones.

Como espectador, fan de House of Cards y consumidor de Netflix, no puedo estar más de acuerdo con él.

Vídeo

Vía: AllThingsD.