Disney ha ido acumulando en los últimos años una nutrida propiedad intelectual a base de adquisiciones, siendo las compras más notorias las de Marvel Comics y la de Lucasfilm. Mientras que el éxito de público y critica de las películas Marvel ha sido increíble, la acogida de las nuevas películas de Star Wars parece que va siendo cada vez más tibia, reduciéndose la taquilla con cada nueva entrega.
La última película de La guerra de las galaxias en ser estrenada ha sido Han Solo: una historia de Star Wars, a cual ha contado con un presupuesto de más de 250 millones de dólares. Las previsiones iniciales de recaudación en su primer fin de semana en las pantallas de Estados Unidos rondaban los 130 millones de dólares, una cifra ciertamente notable. Sin embargo, la cifra final ha sido de 103 M$ en EE. UU., las tres cuartas partes de lo previsto.
Pero, para agravar la situación, fuera de Estados Unidos ha recaudado 65 M$, una cifra bastante pobre, fracasando en China, el segundo mercado más grande del mundo. Con estos datos los expertos piensan que es muy difícil que supere los 400 millones de dólares, lo cual supone un revés más que notable para el estudio.
Hay quien pueda pensar que el estreno en el mismo mes de Vengadores: La guerra del Infinito y de Deadpool 2 puede haber perjudicado a esta cinta. El presidente de Disney encargado de la distribución de sus películas a nivel internacional, Dave Hollis, ha indicado al respecto que se suele estudiar la cantidad y la frecuencia con que la gente suele ir al cine, preguntándose si ir tres veces en cinco semanas son muchas o no. No obstante, ha indicado que lo han superado y que van a estar analizando qué es lo que ha pasado en los distintos mercados, aprovechando que queda año y medio hasta el estreno del Episodio IX.
Vía: Comic Book Resources.