La franquicia de Spiderman había llegado a un punto muerto en Sony tras la segunda entrega de Andrew Garfield como el superhéroe arácnido favorito de todos. Aunque había planes para una tercera entrega, desde el estudio consideraron que lo mejor que podían hacer era pactar con la competencia, Marvel Studios, para tratar de sacar rédito del éxito de esta división de Disney en la taquilla. El resultado, Spiderman: Homecoming, puso de acuerdo a público y crítica, saldándose con unos ingresos en la taquilla mundial de 880 millones de dólares.
Uno de los puntales de esta película de Spiderman fue Michael Keaton, quien interpretó al villano de la cinta, El Buitre. Este volverá para la secuela, pero no parece que será el villano principal, ya que Sony y Marvel Studios están negociando la participación de Jake Gyllenhaal en la misma. El oscarizado actor interpretaría a otro de los enemigos clásicos del personaje, Misterio.
Quentin Beck, la identidad secreta de este villano, era un especialista y experto en efectos especiales que decidió usar sus conocimientos y habilidades para el crimen, los cuales han supuesto una y otra vez un reto para Spiderman desde su primera aparición en el número 13 de Amazing Spider-man.
La nueva película de Spiderman, aún sin título, tiene previsto su estreno en Estados Unidos el 5 de julio de 2019.