Intel planea llevar a Europa la fabricación de sus procesadores de 14 nanómetros, que se espera entren en producción en 2014. Esa nueva generación de procesadores serán los más avanzados del planeta, con una mejora sustancial en su rendimiento, menor consumo y un tamaño aún más reducido.
El lugar elegido es Irlanda, donde ya ha recibido el visto bueno para construir la fábrica en Co Kildare, donde ya tiene un centro de investigación. El coste de la inversión será de unos 2.800 millones de euros (4.000 millones de dólares) y creará 4.300 nuevos puestos de trabajo en el municipio.
A más largo plazo, Intel pretende continuar con la Ley de Moore (cada dos años se duplica el número de transistores en un procesador), y por eso continuará con la tecnología de 10 nm, 7 y 5 nm a partir de 2015. De momento, tendremos que conformarnos con la tecnología Haswell que saldrá este mismo año, con un consumo de hasta un 95 por ciento menos para los ordenadores en suspensión, y mejoras en el rendimiento y calentamiento.