Que a Microsoft no le está saliendo bien la jugada de Windows 8 ya es bastante evidente. Aunque considero que la nueva interfaz es útil pese a tener que adaptarse a ella y aprender unos pocos atajos de teclado más, muchos usuarios no opinan lo mismo y quieren su viejo Windows 7 con su viejo sistema de escritorio. Eso de renovarse o morir parece no aplicarse a muchos.
Por eso Microsoft estaría planeando un recorte en el precio de las licencias de su sistema operativo Windows 8 a los fabricantes de portátiles con pantalla táctil. El sistema operativo de Microsoft destaca en las tabletas, pero en portátiles y ordenadores de sobremesa tradicionales no es tan necesario. Por eso, con un recorte en el precio de la licencia en los portátiles con pantalla táctil, se traduciría en una disminución del precio de venta al público de los mismo de entre un 10 y un 20 por ciento. Con ello Microsoft quiere dar mejores cifras de penetración de Windows 8 en el mercado de lo que son.
No creo que el nuevo sistema operativo (SO) sea el causante de una disminución de las ventas de PCs como afirman algunos analistas. Es más a un cambio en los hábitos de consumo de productos multimedia, que hace más apetecible verlos en una tableta, ya que muchos usuarios no hacen más que ver películas, escuchar música o navegar por internet, y para eso no necesitas gastarte 600 euros en un ordenador completo. De hecho, esa reducción de ventas ha afectado incluso a los iMac de Apple, por lo que no es exclusivo de Windows.
A ese recorte en los precios de los portátiles con pantalla táctil le seguiría una reducción en el precio de las tabletas con Windows 8 (suponemos que también con Windows RT) y los híbridos de ordenador/tableta que son realmente en donde destaca este nuevo SO. El precio de estos portátiles se situaría en torno a los 500 euros, una cantidad más atractiva de cara al público, sin perder prestaciones.