No creo que a nadie le sorprenda que los usuarios de iOS suelen ser más propensos a comprar aplicaciones en sus dispositivos. Pero según un estudio de Forrester, realizado a 58.000 estadounidenses, también son más proclives a realizar sus compras a través de sus terminales.
Los usuarios de iOS comprar con sus dispositivos un 30 por ciento más y un 15 por ciento más a investigar sobre un producto que los usuarios de Android. Aun así, la mayoría de grandes aplicaciones y startups siguen centrándose en ambas plataformas sobre todas las demás, puesto que superan conjuntamente el 90 por ciento de la cuota de mercado mundial.
De todas formas, estos datos de intención de compra en Android no se ven apoyados por el número de dispositivos activados (900 millones), frente a los de iOS (500 millones), aunque hay que tener en cuenta que algo más del 36 por ciento de esos dispositivos Android siguen utilizando la versión 2.3 y que suelen ser dispositivos de un solo núcleo en los que realizar el proceso de compra puede resultar tedioso. Quizás se pueda decir que, pese a que haya más intencionalidad en iOS, la mayor base de usuarios de Android compense al final.
Pero el tener que centrarse en estos dos sistemas operativos móviles parece que pasa factura a los demás, ya que las pequeñas compañías no cuentan con el suficiente personal como para abordar una mayor portabilidad de sus aplicaciones a un elenco más amplio de sistemas operativos. Aunque las aplicaciones HTML5 puedan plantear un futuro prometedor tanto para desarrolladores como para consumidores (el poder ver en cualquier dispositivo la misma página web de la misma forma y con las mismas características, y siempre actualizada a la última versión) parece que todavía estamos lejos de su adopción.
Al menos, no habrá adopción hasta que se vea el éxito (o fracaso) de las plataformas HTML5 que planean el futuro inmediato: Firefox OS, Ubuntu Mobile e incluso Sailfish OS y Tizen OS. En este campo, nos esperan unos cuantos menos realmente interesantes.