La renovación de la gama de MacBook Pro presentada por Apple esta semana ha pasado por generalizar un poco más la pantalla Retina a toda la gama de 13 y 15 pulgadas. Actualmente solo queda un modelo de 13 pulgadas sin pantalla Retina pero que no merece especialmente la pena por la diferencia de precio (1.229 euros frente a 1.329 euros con pantalla Retina).
Pero en este análisis nos vamos a centrar en los modelos de 15 pulgadas que hemos tenido la oportunidad de probar y que revalidan un año más el título de mejores ultrabooks del mercado. Los ultrabooks no son especialmente baratos, pero el precio de los MacBook Pro se ha visto incrementado por el precio de la pantalla Retina que incluyen, con una resolución de 2880x1800 píxels. Sin duda alguna, el punto fuerte de estas computadoras portátiles.
Hardware
La generación actual de MacBook Pro viene con procesadores Intel Haswell integrados. Esta generación se caracteriza por reducir el consumo de los mismos, y se nota sobre todo cuando están en reposo, que llegan a un consumo hasta 20 veces menor que la generación Ivy Bridge. Con unas baterías de 8.625mAh, gran parte del consumo va destino a la pantalla y su alta resolución Retina, y cualquier mejora que permita reducir el consumo del portátil es bienvenida.
Para un uso normal del MacBook Pro, los procesadores Core i7-4750HQ y 4850HQ con que cuenta de serie los dos modelos básicos de 15 pulgadas es más que suficiente. Tienen un rendimiento muy similar al Core i7-3615QM de los MacBook Pro del año pasado, dentro de ese margen de un 5 por ciento de mejora de velocidad de la generación Haswell frente a la Ivy Bridge.
Pero si queremos dedicarnos completamente al diseño gráfico, producción de música o animación en 3D, podemos encontrarnos que se queda un poco corto y tendremos que optar por mejorar el procesador al comprar nuestro Mac. Y ese es el principal problema de los MacBook Pro Retina: es imposible modificarlos después de comprados.
La memoria RAM está soldada a la placa base, así que si pensamos que vamos a necesitar 16GB en vez de 8GB, tendremos que pagar el precio de Apple (unos 200 euros más, excesivo). Afortunadamente, para el día a día, y más con OS X Mavericks que trae preinstalado, 8GB es una cantidad más que suficiente para el 99 por ciento de las tareas. Otra vez, si nos vamos a dedicar al diseño gráfico 3D o usar más de una máquina virtual a la vez dentro de OS X, igual sí que nos compensa adquirir los 16GB.
Afortunadamente, el disco SSD se puede cambiar, y cuenta ya con un conexionado PCIe, en este caso fabricados por Samsung (que pese a las disputas que tengan, me temo que Apple y Samsung no pueden vivir el uno sin el otro).
Otro punto que no veo nada claro de esta generación de MacBook Pro Retina es que no incluyen la tarjeta gráfica GeForce 650M del año pasado, si no que confían en los gráficos integrados Intel Iris Pro. Son una enorme (y recalco lo de enorme) mejora frente a los gráficos de la serie HD 4000, pero aun así dan en torno a un 30 a 35 por ciento menos de rendimiento que la GeForce 650M, y un 50 por ciento menos que con respecto a la GeForce 750M.
El único modelo que incluye la GeForce 750M con 2GB de DDR5 es el tope de gama, y estamos ya hablando de 2.629 euros. Un infarto y un asalto a la cuenta bancaria a la vez. Pero si nos fijamos en la siguiente tabla, nos llevaríamos a su vez 512GB de almacenamiento Flash (valorado en 400 a 500 euros) 16GB de RAM y un más solvente procesador Core i7-4850HQ. Esto le convierte en un gran portátil por precio/prestaciones, pero solo es apto para profesionales o clientes con ampias carteras.
En el terreno de las conexiones, la introducción de WiFi 802.11 ac en las bandas de 2.4 y 5GHz lo convierten en un equipo rápido, muy rápido, con velocidad de hasta 1.3 Gbps, si acompañamos con un router que soporte esta disposición de WiFi con tres antenas. Una conexión GigabitEthernet será en lo que los usuarios tendrán que confiar para obtener altas velocidades de transferencia entre equipos de una misma red. Incluye Bluetooth 4.0 y sensor de infrarrojos.
También cuenta con dos puertos Thunderbolt 2, que son compatibles con mini DisplayPort, una conexión HDMI y dos puertos USB 3. La conexión Tunderbolt 2/miniDisplay Port 1.2 soportan pantallas de resolución 4K (o lo que es lo mismo, en el rango de los 4000x2000 píxels de resolución), que pese a estar actualmente bastante caras, están bajando rápidamente de precio.
Rendimiento
La combinación de OS X Mavericks y el hardware de los nuevos MacBook Pro Retina hará que no nos dejen tirados en ninguna tarea que vayamos a realizar. El disco SSD nos proporcionará un arranque muy rápido de las aplicaciones. Aunque son menos fiables que los discos duros tradicionales ante el fallo de corriente, al ser portátiles no nos debería de preocupar en exceso posibles pérdidas de información. Pero como siempre, realizar backups periódicos con Time Machine o subir a Dropbox o servicios similares nuestra información más importante siempre será altamente recomendable.
Con OS X Mavericks Apple ha puesto mucho empeño en reducir el consumo del Mac al máximo dentro de las posibilidades que aporta el sistema operativo más avanzado del mundo (parece marketing de Phil Schiller, pero es la pura verdad), aunque Windows 8.1 es un sistema operativo también realmente bueno. Yo suelo usar ambos indistintamente en el Mac, y van a la perfección.
En cuanto a la duración de batería, OS X Mavericks y los procesadores Intel Haswell pueden hacer llegar su duración hasta fácilmente las 10 horas, pese a que Apple asegura que duran en torno a 8 horas. Incluso en mi MacBook del año pasado, si uso Safari o veo películas, le he llegado a sacar hasta 7 horas de duración. Realmente impresionante lo que ha hecho Apple en OS X Mavericks en cuanto a rendimiento y ahorro de energía.
La pantalla Retina y su resolución de 2880x1800 píxels son el punto fuerte de este portátil. Las imágenes que se ven extraordinariamente nítidas. El principal problema que tendremos al usar muchas aplicaciones, aunque ya resuelto en este último año por los desarrolladores, es que si no están adaptadas a la resolución Retina, las veremos un poco más pixeladas de lo normal.
Aun así, y si no queremos usar la resolución nativa de 2880x1800 píxels, podremos configurar otras resoluciones en las opciones de pantalla. Pero si estamos pagando entre 200 y 300 euros de más por este portátil por su pantalla, ¿para qué conformarse con resoluciones inferiores? Es una gran experiencia visual, acompañada con una pantalla que reduce una gran parte de los reflejos que podamos sufrir, y una calidad de colores excepcional.
Conclusión
El año pasado adquirí un MacBook Pro de 15 pulgadas sin pantalla Retina por dos motivos: un procesador más potente (Core i7-3720QM) y la tarjeta gráfica (GeForce 650M). Y a los pocos meses hice un cambio que ya tenía planeado: cambiar la unidad SuperDrive por un disco SSD. Viendo la renovación que ha hecho este año Apple de los MacBook Pro, no me arrepiento de mi decisión.
El precio que vamos a pagar por el MacBook Pro Retina de este año es inferior al que pagaríamos por el mismo hardware el año pasado. Pero la no inclusión de serie de una tarjeta gráfica dedicada es algo que echará atrás en la compra de un MacBook Pro este año a muchos. A mí me echaría atrás, ya que siendo mi ordenador principal y gamer cuando me dejan, me tendría que comprar la versión de 2.629 euros.
Por eso si estáis pensando en comprar un MacBook este año tenéis que saber que los gráficos Iris Pro, aunque potentes, no será hasta el próximo año cuando realmente podrán empezar a hacer competencia a las gráficas dedicadas de Nvidia y AMD.
Si lo que quieres es un portátil con gran diseño y acabado, ligero (2 kilos) para utilizar programas de productividad, diseño gráfico, programar y todas las tareas que no sean jugar (que en primer lugar no tendrías ni que estar valorando para ello un MacBook), no vas a encontrar mejor portátil ahora mismo en relación calidad/precio.