Nos guste o no, Amazon sigue adelante su maléfico plan por conquistar las ventas por Internet en todo el mundo. Maléfico para unos, y práctico para otros, sobre todo si su plan de utilizar drones para el reparto de las compras de sus clientes sigue adelante.
Amazon está experimentando con un nuevo servicio denominado Prime Air que permitiría a los centros de distribución de Amazon realizar las entregas vía aérea mediante drones en un tiempo tan corto como 30 minutos. Si bien está en fase experimental, uno de los mayores problemas al que se tiene que enfrentar la puesta en marcha del servicio es a la regulación por parte de la Agencia Federal de Aviación de los drones para uso doméstico.
Estos drones, según los ha presentado Jeff Bezos, pueden transportar hasta 2,5 kilos a una distancia de poco más de 15 kilómetros, lo que engloba el 85 por ciento de las ventas habituales que realiza Amazon en EE.UU. Eso sí, también estaría el servicio limitado a zonas en las que se pudiera aterrizar adecuadamente (casas rurales, las típicas zonas residenciales de chalets). Pero finalmente ha llegado otra revollución en la entrega de paquetes después de los gastos de envío gratuitos: el primer uso comercial de los drones. No solo sirven para bombardear o defender las fronteras de EE.UU.
Siendo optimistas, Jeff Bezos ha dicho que Prime Air podría estar en funcionamiento en 2015. Siendo pesimistas, podría tardar todavía un lustro.