Los ataques a los servidores de las empresas importantes han sido siempre bastante frecuentes, pero en los últimos tiempos están sufriendo un cambio de matiz. Lo que antes se hacía por molestar las operaciones de una compañía, ahora se hace para conseguir un beneficio económico: nos pagas y te dejamos de atacar.
La manera de dejar casi muertos los servidores es mediante ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), que mediante el uso de malware y técnicas de explotación de fallos en protocolos de internet consigue coordinar miles de equipos para que hagan solicitudes simultáneamente a un servidor. Ante la imposibilidad de responder a todos, los servidores terminan bloqueándose. Afortunadamente las operadoras detectan estos ataques, pero tardan tiempo en darle solución. Además hay compañías que permiten hacer de proxy con sus equipos para evitar que estas conexiones fraudulentas se puedan establecer.
Las últimas víctimas de esta campaña de ataques DDoS han sido Evernote y Feedly, cuyos servicios de gestión de notas y de lectura de RSS se han visto interrumpidos de manera discontinua durante las últimas 24 horas. Ambas compañías están funcionando de manera más o menos normal ahora mismo, y ninguna de ellas ha optado por pagar a los cibercriminales como es lógico.
Podéis ver un mapa de los ataques de DDoS que se están llevando a cabo en el mundo en la página web Digital Attack Map, perteneciente a Google. En los últimos meses los hackers han conseguido crear ataques de DDoS de hasta 300 Gbps. Estos ataques podrían ir a peor, o crearse ataques todavía más potentes, en un futuro cercano. Pero la mayoría de ellos tienen como objetivo los EE.UU y su fuente China (al menos los que se pueden rastrear). ¿Coincidencia?
Vía: TechCrunch.