Samsung ha presentado finalmente su modelo coreano del Galaxy S5 simplemente denominado Galaxy S5 LTE-A, como ya hiciera con el Galaxy S4 el año pasado. Es una versión adaptada para la red LTE-A que hay en el país asiático y que funciona a una velocidad de descarga de 225 Mbps frente a los 150 Mbps que cuentan otros países.
La mayor diferencia entre el modelo normal y este galaxy S5 es la pantalla, que si bien es también de 5,1 pulgadas, tiene una resolución QHD de 2560 x 1440 píxels. El procesador también mejora ya que incluye un Snapdragon 805 con GPU Adreno 420, y para terminar han aumentado la RAM hasta los 3GB.
Por lo demás es el mismo teléfono: mismo diseño, lector de huellas, resistencia a agua, sensor de ritmo cardíaco... Es el primer teléfono en incluir un Snapdragon 805, por lo que será interesante ver los resultados de sus pruebas de rendimiento y lo bien o mal que mueva la resolución QHD.