La historia de Amazon con sus cuentas financieras es curiosa, puesto que no arroja casi nunca grandes beneficios trimestrales. Jeff Bezos prefiere reinvertir hasta el último dólar en expandir su negocio, y eso implica que es más fácil caer en las pérdidas que en los beneficios. Pero la presentación del Fire Phone este último trimestre, entre otros factores, ha llevado a la compañía a unas pérdidas de 437 millones de dólares.
Eso junto con unos ingresos menores, que se sitúan en 20.580 millones de dólares en vez de los esperados 20.840 millones. No es una gran diferencia, pero ha hecho que las acciones de la compañía se desplomaran un 10% en su cotización tras el cierre de la bolsa de Nueva York. Aunque, todo sea dicho, es habitual que las acciones de las compañías se desplomen después de presentar resultados, ya sean buenos o malos.
El dato positivo es que los ingresos suponen un aumento del 20% con respecto al mismo periodo de 2013, en el que ingresó 17.090 millones. Por lo tanto, no estamos ante una catástrofe, ni mucho menos. Los chicos de Jeff Bezos han calculado mal lo bien que se iba a vender el Fire Phone, pero con un hardware de principios de año, según como está el panorama Android, era difícil que lo vendiera por 649 dólares.
Menos de dos meses después tuvo que bajarle el precio a 449 dólares, y de haber optado por ese precio desde el precio seguramente no tendría ahora un sobre stock de 83 millones de dólares. Esto le ha llevado a que 170 millones de esos 437 de pérdidas hayan sido generados por el fallo rotundo que ha representado el Fire Phone.