Microsoft es una de las empresas que más patentes tiene en su portafolio tecnológico, y por eso está cobrando cientos de millones de dólares anualmente por que los fabricantes de Android pongan en el mercado sus productos. Como mayor fabricante de teléfonos inteligentes, Samsung le estaba pagando a Microsoft hasta 1.000 millones de dólares anuales.
Pero la compra de Nokia por parte de Microsoft hizo que los coreanos dejaran de pagar a Microsoft alegando que invalida el acuerdo de licencia de patentes, algo que Microsoft llevó a los tribunales. Pero Samsung está estudiando la situación actual de Windows, y está interesado en volver a lanzar teléfonos con Windows Phone.
Mientras que dure la demanda de Microsoft no lo hará, pero si la retirara Samsung estaría dispuestos en poner a sus ingenieros a crear nuevos productos con WP 8.1 (y/o el futuro Windows 10). El objetivo sería ponerlos a la venta como pronto en el tercer trimestre de este año. Samsung busca diversificar su negocio para disminuir su dependencia de Android, y para ello apostaría por Tizen y Windows Phone.
Vía: Windows Central.