Microsoft reabrió la guerra de patentes el año pasado a raíz de una pataleta de Samsung. Una vez finalizada la compra de Nokia, los coreanos entendieron que el acuerdo de licencia de patentes que tenían establecido con Microsoft se daba por finalizado, y por tanto creían que no debían seguir pagando los 1.000 millones de dólares anuales de este concepto a Microsoft.
Lo único que sabemos ahora mismo es que han anunciado la disolución de su disputa del contrato que tenían firmado en los EE. UU. Microsoft cuenta con un amplio portafolio de patentes, y en mayor o menor medida todos los fabricantes de productos con Android le están pagando derechos por su uso.
Vía: The Verge.