Nvidia presentó el pasado septiembre su nueva gama de tarjetas Serie 900. Hasta el pasado enero no se ha hecho evidente un fallo en el uso de los 4 GB de memoria RAM que incluye la tarjeta. En situaciones con resoluciones altas o multimonitor en que pueda ser necesario usar los 4 GB completos, la tarjeta es incapaz de usar correctamente la memoria por encima de los primeros 3,5 GB.
Usar esos 512 MB adicionales implica problemas gráficos variados, como lentitud y defectos visuales. No es nada que vaya a ocurrir a 1080p ó 1440p, pero que en la práctica muchos han entendido como que la tarjeta no viene con 4 GB de RAM, sólo 3,5 GB. Como ya comenté en su momento, esto finalmente le ha valido una demanda (dónde si no) en EE. UU., en los juzgados del Norte de California.
Los demandantes, y muchos usuarios, piden un reembolso del importe de la tarjeta. Otros quieren que las agencias oportunas de EE. UU. y Europa obliguen a NVIDIA a proporcionar reembolsos. Al menos para el que los quiera, porque en mi caso la sigo considerando una gran tarjeta, y que como digo a 1080p y 1440p no va a dar absolutamente ningún error, ni ahora ni dentro de cinco años. Yo no quiero ningún reembolso.
Pero también entiendo que este fallo la convierte en poco recomendable para entuasiastas, que deberían optar por una AMD R9 290, AMD R9 290X o NVIDIA GTX 980. En mi caso, que llevo usándola desde el pasado septiembre, no me planteo sustituir la tarjeta por otra. Sus 145 W de consumo, su estupendo rendimiento a 1080p y su bajo ruido (por debajo de los 39 dB) me parecen motivos de peso para seguir confiando en ella.
Vía: PC World.