Google presentó hace un par de años el Chromebook Pixel, un portátil que era el estado del arte en portátiles con Chrome OS. Llegó con un precio de 1.299 dólares, y en realidad en aquel momento era mucho PC para poco sistema operativo. Algo que Google ha reconocido en varias ocasiones, pero siempre hay desarrolladores que pueden necesitar toda la potencia posible (o instalar un buen Linux en el equipo).

Ahora ha llegado la renovación del portátil insignia de Chrome OS. Es el mismo portátil en el exterior (o casi), ya que Google ha aprovechado para mejorar diversos aspectos en estos dos años para adaptarlo a los tiempos futuros.

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Pequeños cambios en el diseño

El Chromebook Pixel está fabricado en aluminio (es un poco más claro que el Pixel anterior), y cuenta con una pantalla táctil de gran calidad en la reproducción de colores. Con una pantalla de relación de aspecto 3:2 y 12,85 pulgadas, con una resolución de 2560 x 1700 píxeles, arroja una densidad de píxeles de 239 ppp. A la distancia a la que se maneja un portátil es sinónimo de ver todo el contenido perfectamente nítido.

La carcasa mantiene la barra de luces con los cuatro colores de Google, y en esta ocasión tienen una funcionalidad añadida. Si se toca el portátil mientras la tapa está bajada, mostrará el nivel de batería que le queda al equipo. Pequeños detalles de mejora que se notan a lo largo y ancho de este diseño, por lo demás casi idéntico al modelo anterior. Dispone de una cámara para videoconferencias con calidad de 720p.

La pantalla sigue siendo táctil, y es uno de los factores que nunca sabes si valorarlos positiva o negativamente en un portátil. Personalmente no me veo levantando la mano del ratón o el teclado para tocar la pantalla. Quizás en momentos muy puntuales podría hacerlo, pero no lo haría constantemente ya que sería una pérdida de tiempo.

Un sistema operativo de sobremesa no está pensado para esa utilidad, a pesar de que Microsoft nos la quisiera meter hasta en la sopa en Windows 8 y suavizada en la 8.1. En un convertible ciertamente sí, pero no en un equipo que va a ser un portátil. Pero como añadido, y para probar ciertas funcionalidades como desarrolador, sí que lo veo interesante.

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Renovación de su interior

En el interior han mejorado el procesador a un Core i5-5200U a 2,2 GHz, de los procesadores Broadwell-U de bajo consumo, pensados sobre todo para portátiles y equipos todo en uno. Le acompaña 8 GB de RAM (aumenta desde los 4 GB), y junto con un almacenamiento interno de 32 GB (un SSD), su precio ha bajado a 999 dólares. Disponibles en la nueva tienda de hardware de Google (los que la visiten desde EE. UU. lo verán; el resto verán el hardware disponible en su país).

¿32 GB de almacenamiento interno? ¿A estas alturas de la vida? Eso es porque Google quiere que solo uses este equipo mientras estás conectado a internet, y por eso te da 1 TB de almacenamiento en Google Drive para compensar. En realidad eso no va a quitar que tengas que ir de un lado a otro con un disco duro externo con una cantidad menos ridícula de almacenamiento.

La versión tope de gama del Pixel incluye un Core i7-5600U a 2,4 GHz, 16 GB de RAM y 64 GB de SSD por 1.299 dólares. En un principio podría interesar más, pero no para utilizarlo con Chrome OS. En ambas configuraciones, como ya he dicho, Google considera que aporta muchísimo más potencia de la que Chrome OS necesita.

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La conectividad también es importante

Apple presentó el lunes el primer equipo en disponer de una conexión USB-C de serie, y Google es el segundo. El Chromebook Pixel incluye ahora dos conectores USB-C y dos conectores USB 3, por lo que dará menos que hablar que el MacBook. La importancia de este nuevo conector es que se usa también para recargar el equipo, según la especificación USB 3.1 Type-C que da nombre al USB-C.

Google promete una autonomía de hasta 12 horas, con un consumo máximo de 60 W. Dispone de sistema de carga rápida, y en 15 minutos de carga promete que el equipo tendrá autonomía para 2 horas. Pero además, es una conexión, con sus 10 Gbps de ancho de banda (comparable al Thunderbolt de Intel), que puede manejar señal de vídeo a 4K.

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Veréis gran cantidad de adaptadores nuevos próximamente de USB-C a VGA, HDMI, USB 3.0, etc. El adaptador marca Google de USB-C al tradicional conector USB A cuesta 12,99 dólares, mientras que un adaptador de USB-C a HDMI o a DisplayPort cuestan 39,99 dólares.

En el apartado de la conectividad inalámbrica, el equipo recurre a Bluetooth 4.0 y Wi-Fi 802.11 ac (compatible con 802.11 b/g/n de doble banda 2,4/5 GHz). Algunos echan en falta conectividad 3G o LTE, pero quizás Google se lo reserva para futuras ediciones. Al fin y el cabo se trata de un portátil que se va a vender en cantidades limitadas, y sobre todo a trabajadores de Google y a algunos desarrolladores y fans de la compañía.

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Un portátil para un mercado pequeño

El Chromebook Pixel era por 1.299 dólares un portátil para una cantidad pequeña de potenciales clientes, y por 999 dólares quizás llame la atención de alguno más. Pero teniendo en cuenta la competencia en este sector de los ultrabooks (y no solo mirando el MacBook Air) me resulta muy poco hardware para lo que puede buscar un desarrollador normal. Esos 32 GB de almacenamiento interno me produce dolor de ojos solo de verlo.

Aun así creo que es un portátil para un tipo de usuario poco habitual, y ese es para los que quieren disfrutar de Chrome OS (un sistema operativo bastante limitado todavía a tareas básicas, pero va mejorando), o simplemente le gusta el hardware que presenta Google. Que no es nada malo, y el terminado en aluminio siempre gusta. Por ahora Google no ha anunciado disponibilidad para el Pixel en otro países, aunque tampoco creo que lo vayan a llevar fuera de los países anglosajones. Esperemos que no sea así y se deje ver por la Europa continental.

Vía: TechCruch, Chromebook Pixel, Chromebook Pixel.