Los fabricantes de soluciones de almacenamiento están cada vez más interesados en los SSDs, unidades de estado sólido que utilizan memorias NAND para disminuir al mínimo los tiempos de acceso y multiplicar las velocidad de lectura y escritura. Nada nuevo hasta este punto. La novedad en general es que están recurriendo cada vez más a las conexiones PCIe de varias pistas y a nuevos estándares de controladora como NVMe para mejorar aún más la velocidad de los mismos.
Intel es lo que presenta con su SSD 750 PCIe: conexión PCIe 3.0 x4 y NVMe. Este último estándar, NVM Express, es un sustituto de la controladora AHCI y a las que las compañías pueden dar soporte simplemente actualizando la BIOS como hizo MSI. Con esto se gana un mayor ancho de banda para la transferencia de información entre PC y los dispositivos de almacenamiento.
Este nuevo SSD llega en formatos, como tarjeta PCI y como disco de 2,5 pulgadas con 15 mm de grosor, en capacidades de 1,2 TB y 400 GB. Intel se está planteando lanzarlo también con una capacidad de 800 GB. La versión de 2,5 pulgadas requiere un conector (incluido) tipo SFF-8639 utilizado en el mundo empresarial, que está presente en placas base de gama alta como la ASUS TUF Sabertooth X99. Este conector ofrece cuatro pistas PCIe 3.0 sobre SATAe.
Su velocidad máxima de lectura llega hasta los 2.400 MB/s de manera secuencial y hasta los 1.200 MB/s de escritura en el modelo de 1,2 TB. La velocidad de lectura aleatoria de archivos 4K llega a los 440000 IOPS en lectura y de 290000 IOPS de escritura. El precio de la versión de 400 GB será de 389 dólares, y la de 1,2 TB costará 1.029 dólares. La competencia más directa que tiene son los SSD SM951 de Samsung en formato M.2, pero están centrados en el consumo y no en el rendimiento.
Vía: TechPowerUp.