Google es una compañía estadounidense, y como tal sus directivos tienen una concepción del mundo. En Europa tenemos otra bastante distinta, pero algunas veces se le escapa a Google que aquí se juega con reglas distintas, y se le ovlida que aunque no le guste, debe acatar las decisiones de los jueces europeos.
Una entradilla para la noticia, porque el derecho al olvido creo que es el contrapeso de la libertad de internet para evitar perjudicados innecesarios de esa libertad. Si eres acusado injustamente de un crimen, alguien puede leer esa noticia pero no en la que dicen que no eras el culpbale, creando sobre ti una sombra de sospecha y convirtiéndote en víctima. Es un ejemplo de los muchos qu epodría poner para proteger los derechos de los ciudadanos.
Google optó por acatar el derecho al olvido pero a su manera: informando a las editoriales de qué páginas se retiraban, y éstas a su vez publicaron nuevas noticias para que volvieran a aparecer en el buscador. Una mala jugada que no ha pasado desapercibida para ninguna agencia de protección de datos.
En el Reino Unido han ordenado a Google eliminar esas historias que hablan de la eliminación de otras noticias en base al derecho al olvido. La agencia entiende el derecho de los periódicos a hablar sobre la eliminación de las noticias, y el derecho de los ciudadanos a conocer las historias eliminadas, pero no a través de una búsqueda realizada con el nombre de los implicados en las mismas.
Google va a seguir jugando al gato y al ratón hasta que se establezca claramente como un derecho de los ciudadanos el derecho al olvido, y se especifique bien qué entra, qué no entra, y cómo acatar la retirada de enlaces (y cómo no saltársela a la torera).
Vía: The Verge.