Se puede luchar contra todo, menos contra los elementos. Los centros de datos suelen estar bien protegidos contra eventualidades, aunque a veces las protecciones no son suficientes. Eso han descubierto por las malas en un centro de datos de Google en Bélgica.
Tras el impacto de cuatro rayos en un centro de transformación local, el centro de datos sufrió una pérdida de alimentación menor, la cual afectó a sus sistemas. Como resultado, perdió un 0,000001% de los datos almacenados en sus discos.
Según se comenta, esto ha provocado la pérdida permanente de datos de los usuarios, aunque Google ha conseguido acceder a algunos de los discos dañados.
El suceso tuvo lugar el 13 de agosto, sobre las 16:25 GMT, comenzando los trabajos de restauración de datos inmediatamente. El pasado día 16, menos del 0,05% de los discos dañados daban aún problemas.
Aún no se sabe qué clientes han sido afectados, indicándose que los datos afectados habían sido recientemente escritos en los discos persistentes. La pérdida no es que sea muy grande, pero se comprueba los servicios en nube no son tan invulnerables a las pérdidas de información como parece.
Vía: BBC News.