Huawei es una empresa que siempre ha dado mucho de lo que hablar en el mundo de las telecomunicaciones. Aunque es más conocida hoy día por sus teléfonos, su negocio se centra de una manera más que importante en la fabricación de equipos de red como enrutadores y estaciones base de telecomunicaciones móviles (2G, 3G, 4G LTE) entre otros.
Los equipos de red de Huawei fueron prohibidos en las instalaciones de todas las instituciones del gobierno estadounidense debido a que el fundador de Huawei, Ren Zhengfei, tenía fuertes vínculos con el gobierno chino y se descubrieron diversas vulnerabilidades en sus equipos. Las malas lenguas dicen que son puertas traseras, que en algún caso puntual se podrían considerar como tal.
Ahora el problema de esos fallos de seguridad se centran en que los routers 3G (para zonas sin acceso fácil a líneas telefónicas o como respaldos) de Huawei que las operadoras de 21 países han repartido entre sus clientes no van a recibir ya actualizaciones del firmware. Esto implica que una gran cantidad de vulnerabilidades se van a quedar sin solucionar, convirtiendo a esos enrutadores en potenciales armas para los hackers que los encuentren, ataquen y añadan a botnets, por ejemplo.
Esto afecta a routers como el Huawei B260a, que sigue en venta en webs como Amazon.com ya que tiene apenas cuatro años, pero otros equipos con vulnerabilidades también están desplegados en Argentina, Austria, Brasil, Chile, Dinamarca, Ecuador, Alemania, México, Suecia o Portugal, entre otros.
Pueden ser equipos de hace unos pocos años, pero Huawei parece dar más importancia a no asumir los costes de dar soporte a estos equipos que a ayudar a mejorar la seguridad de sus clientes. Una pena y algo a tener en cuenta si en algún momento tenéis que comprar un nuevo router y tenéis opción de elegir un Huawei.
Vía: PC World.