Mientras el ejército estadounidense está ocupado desarrollando un programa de drones invisibles para la entrega de material a las fuerzas especial en territorio enemigo, también están embarcados en protegerse de los drones en territorio propio, aunque el acercamiento del ejército de tierra es distinto al de la Armada.
El proyecto EAPS (Enhanced Area Protection and Survivability) es un vehículo que transporta dos cañones Bushmaster de 50 mm que dispara proyectiles que corrigen su rumbo en pleno vuelo para interceptar drones. Su derribo se produce al explotar cerca de ellos mediante el impacto de la metrala creada con los fragmentos de metal resultantes de la explosión. Los cálculos para la corrección del curso y de la trayectoria de interceptación se realizan por los equipos en tierra y se transmiten por radio, lo que abarata el coste del proyectil.
Si bien EAPS inició su andadura como un proyecto para derribar cohetes, obuses y morteros, ya que en su explosión inicial lanza a gran velocidad piezas de tantalio-tungsteno contra ellos, y las piezas de acero de la carcasa es lo que dañaría los drones.
Vía: Gizmag.