Esta semana se dio a conocer que Apple había sido encontrada culpable de infringir una patente de la Universidad de Wisconsin relacionada con la optimización de energía en un procesador. Como en toda resolución judicial, el proceso de apelación puede ser lento, y por ahora se tenía que determinar la cantidad final a pagar.
El juez encargado del caso la ha fijado finalmente en 234 millones de dólares, frente a los 862 M$ que pedía la universidad, y Apple ofrecía pagar 7 céntimos por dispositivo vendido que usara esta patente. Puesto que el juez ha estimado que Apple no infringió la patente de manera intencionada, la cifra no podrá ser superior en ningún caso a la estipulada por el juez.
La cantidad podría verse reducida tras el proceso de apelación, o ampliada para pagar la infracción de los últimos dispositivos con los chips A9 y A9X de Apple. Debido a la potencia científica de las universidades estadounidenses, cuentan con un amplio portafolio de patentes que no tienen problemas en usar en los tribunales. En 2012 la Universidad Carnegie Mellon fue adjudicada inicialmente 1.170 M$ por la infracción de una de sus patentes, cantidad que se redujo en el proceso de apelación.
Vía: Ars Technica.