Describo el escenario: después de una copiosa cena de Navida tras la que apenas puedes moverte, siempre apetece echar una partida a algún juego para hacer la digestión; introduces tu usuario y contraseña en Steam, echas un vistazo a la biblioteca y... no te suena ningún juego de los que ves. ¿Qué esta pasando?
La situación que he descrito sucedió la noche de Navidad a cientos de miles de personas de todo el mundo. Durante un tiempo todos los que accedían a Steam lo hacían a la cuenta de otras personas, con lo que ello conlleva: acceso a sus juegos, datos y formas de pago (que no a los datos de estas y tampoco se permitía ninguna compra), una suplantación de identidad involuntaria en toda regla.
No ha sido cosa de hackers (hasta que se demuestre lo contrario) si no que todo apunta a que ha sido un error del servidor de caché de Steam, aunque todo esto son cábalas de los usuarios ya que no se ha emitido un comunicado oficial por parte de Valve. Por supuesto, en cuanto se detectó que el fallo era más grande de lo esperado, Valve desconectó el servicio, que ya ha vuelto a su funcionamiento normal.
Un error muy peligroso por el que seguro que rodarán cabezas en la compañía, y más cuando ocurre en plenas rebajas de invierno y en un día tan importante como es el de Navidad.