La mayor diferencia entre los juegos físicos y digitales es que éstos últimos no se pueden revender. Es un punto al que se ha acogida una asociación de consumidores francesa para interponer una demanda a Valve, ya que creen que prohibir la reventa de los juegos digitales no se adecúa a las leyes de la Unión Europea, pero también otras doce de las cláusulas del contrato de usuario.
Entre las perlas se sitúa que Valve se reserva el derecho a cambiar las cláusulas de uso cuando quiera unilateralmente, y si un usuario no quiere aceptarlas lo que debe hacer es cerrar su cuenta, perdiendo el dinero invertido en los juegos porque no se pueden revender.
Otros problemas que ven en la política de Valve es la no conversión del saldo de la cuenta a dinero real, que consideran injusto debido a que al fin y al cabo los objetos digitales sí se compran al principio con dinero real. También consideran que no hace lo suficiente por proteger las cuentas de los usuarios y la información privada de los mismos.
La asociación UFC-Que Choisir ha solicitado de Tribunal de Justicia de la Unión Europea que clarifique todos los puntos tratados en la demanda. En Europa la reventa de licencias de software es legal, pero las compañías de videojuegos afirman que no se aplica a sus productos. De conseguir un fallo favorable, se aplicaría a la reventa de todo tipo de productos digitales, como ebooks o música digital.
Vía: PC World.