Los anuncios en Internet no sólo pueden resultar molestos e irritantes, sino también engañosos o maliciosos. Muchos de ellos tratan de saltarse las directrices que Google establece, por lo que es la propia compañía la que los bloquea.
Durante el año pasado, la compañía de Mountain View bloqueó más de 780 millones de anuncios. Entre estos se encontraban medicinas falsas, intentos de phishing, remedios falsos para perder peso o anuncios de software no deseado, incluyendo 17 millones de anuncios que simulaban ser alarmas del sistema.
Estos anuncios son detectados no solo por algoritmos desarrollados por la compañía, sino también por un equipo formado por mil personas. A causa de su trabajo, Google ha dejado de trabajar, o ha rechazado hacerlo, con más de 1,4 millones de páginas web y aplicaciones por no respetar las directrices de la empresa.
El compromiso de Google para 2016 es añadir más protecciones contra malware, bots y anuncios maliciosos, junto a directrices más restrictivas para proteger a los usuarios.
Fuente: Google Blog. Vía: The Next Web.