Uno de los mayores problemas que presentan las baterías, a parte de su duración, es su degradación con el paso del tiempo. La nueva tecnología propuesta para evitar este problema se basa en el uso de nanohilos, filamentos miles de veces más delgados que un cabello humano, altamente conductores y que cuentan con gran capacidad para el almacenamiento y la transferencia de electrones.
Dadas sus características, los científicos ya habían considerado antes emplear estas estructuras para desarrollar baterías, pero estos filamentos son extremadamente frágiles y no soportaban adecuadamente los ciclos de carga y descarga. Los ciclos de carga y descarga afectan a las baterías, de modo que van perdiendo capacidad y transcurrido un tiempo necesitan ser reemplazadas.
La candidata a doctora Mya Le Thai ha ideado una forma de añadir robustez a los nanohilos de oro recubriéndolos de dióxido de manganeso, e introduciéndolos en un recubrimiento electrolítico de un compuesto similar al plexiglás.
El resultado de este experimento que comenzó como un simple juego ha sido que la batería ha completado 200.000 ciclos de carga y descargar en más de tres meses sin detectar ningún tipo de pérdida de capacidad ni fractura en ninguno de los nanohilos. Este tipo de baterías no suelen aguantar más de 6.000 ciclos. El estudio se ha realizando junto a la Universidad de Maryland y el Departamento de Energía.
Los investigadores piensan que el gel empleado vuelve a los cables más plásticos y flexibles, impidiendo que se fracturen y mejorando drásticamente la vida de la batería. Tal sería la mejora que si emplearas una batería de este tipo para tu teléfono, haciendo un uso normal de la misma, no podrías llegar a degradar la batería en toda tu vida, por lo que no sería necesario reemplazarla jamás.