La compañía inglesa ARM es la propietaria de la arquitectura que utilizan todos los dispositivos móviles excepto los que usan un procesador Intel. Estos último no son muchos. Por eso es importante que ARM vaya avanzando esta arquitectura y los procesos de fabricación relacionados para que, no tanto Qualcomm o Samsung si no los fabricantes más pequeños, puedan diseñar y fabricar SoC más avanzados sin grandes inversiones.
Ahora ARM ha indicado que su núcleo denominado Artemis que se sitúa por encima de los actuales Cortex-A72 ha sido incluido y producido con éxito en un chip de prueba por TSMC. La arquitectura utilizada en este chip permite el desarrollo y fabricación de los SoC a un nivel de 10 nm FinFET (10FF), así como su configuración en un clúster de cuatro núcleos con una GPU de tipo Mali con un único núcleo, también propiedad de la compañía.
Es interesante que Artemis será una plataforma de cuatro núcleos, y que será lo que implementen el resto de diseñadores de chips. Menos núcleos, más potentes y más eficiente será la tónica a corto plazo, y que es lo que Apple lleva haciendo desde hace años con gran éxito. Una filosofía que Qualcomm ha seguido en el Snapdragon 820 con buenos resultados.
El proceso probado por TSMC y ARM permite una densidad de transistores de 2,1 veces, con un aumento del rendimiento del 12 % o una reducción de consumo de un 30 % a mismas frecuencias, lo que elijan los diseñadores de chips. De esta forma se pueden alcanzar frecuencias de hasta 3 GHz, una frecuencia que beneficiaría en gran medida (aunque no sea lo que determine la potencia de un procesador) las aplicaciones que dependen sobre todo de uno o dos núcleos potentes, como la compilación de JavaScript en navegadores, y otras tareas menores.
Vía: AnandTech.