MSI ha presentado nuevas placas base del chipset B150 para montar equipos con características de placas más caras con un precio ligeramente más reducido. El chipset B150 lo considero como el mínimo (y más recomendable) para un equipo en el que se quieran incluir procesadores ya decentes, como un i5-6600 o un i7-6700, y se tenga un presupuesto más limitado.
La primera de las nuevas placas es la B150M Mortar Arctic, que es una versión de la Mortar pero con una temática ártica. El color blanco es también acompañado por ledes de color blanco, con otros detalles de diseño que me parecen interesantes como la zona del chipset o cómo se ven las pistas que salen de la CPU. Incluye una ranura M.2 y puerto USB 3.0 Type-C, y además permite un CrossFire dual ya que cuenta con dos ranuras PCIe 3.0 x16 (funcionando a x16 y x4).
Por otro lado, la B150M Bazooka Plus es una mejora incremental pero interesante de la B150M Bazooka. MSI le ha añadido un puerto USB 3.0 Type-C (USB 3.1 Gen 1 Type-C), y una ranura de tipo M.2. Son dos de las características a valorar ahora mismo en una placa de cara a futuro, porque el conector USB Type-C es cada vez más común. El zócalo M.2 también se puede utilizar por ejemplo para poner una tarjeta Wi-Fi por M.2, aunque teniendo zócalos PCIe libres tampoco sería muy necesario.