Al igual que ocurriera con Microsoft en la década de los 90, la posición dominante que actualmente tiene Google en diversos sectores está siendo objeto de supervisión por parte de la oficina de Competencia de la Unión Europea. Entre sus labores, además de vigilar los monopolios, es asegurar que aquellas empresas en posición dominante no usen su posición para minar a sus competidores directos.
Además de las investigaciones por abuso de posición dominante en el caso de Google Search y Google Shopping, se une ahora una investigación por abuso de posición dominante en el sector de la publicidad en línea. La Comisión Europea, en boca de su comisaria de Competencia, Magrethe Vestager, ha presentado un pliego de objeciones contra Google, lo que puede desembocar en estos casos en una denuncia formal. Alphabet, la matriz de Google, tendrá que responder a estos cargos en el plazo de ocho semanas.
Según la comisaria, han hecho uso de su sistema de anuncios para favorecer a su red de servicios, lastrando la competencia. Por ejemplo, que los anunciantes acepten una exclusividad con su red, que los anunciantes tengan que contratar además un número mínimo de anuncios a mostrarse en Google Search, reservar los mejores espacios publicitarios más prominentes para Google, o no poner pegados a anuncios de Google los de otras redes publicitarias, entre otros.
Como suele ser habitual en las empresas acusadas de algo, Google niega haber hecho nada malo y asegura que examinará el pliego de objeciones y lo contestará debidamente. En caso de que se sustentara un caso contra Google por abuso de posición dominante, la empresa estadounidense se enfrentaría a una multa de hasta el 10 % de sus ingresos anuales, o unos 7.000 M$.