China ha apostado muy fuerte por las supercomputadoras, necesarias para realizar cálculos en proyectos de todo tipo, como matemáticas o ingeniería, y por ahora cuenta con la que tiene mayor potencia de cálculo, alcanzando los 93 petaflops. Pero Japón quiere aplastar la potencia de esta computadora finalizando en 2017 una de mayor potencia, situándose en los 130 petaflops.
Estará construida en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnologías Industriales Avanzadas, y costará 173 millones de dólares. Según el director general del instituto, no hay nada de esta potencia en el mundo. La segunda computadora más potente del mundo cuenta con 34 PFLOPS de potencia de cálculo, y la más potente de Japón se sitúa en los 13.5 PFLOPS, aunque cuenta con 27 supercomputadoras en total.
El gobierno japones quiere ofrecer de esta forma una supercomputadora a las empresas para que no necesiten utilizar los servicios de las compañías como Google y Microsoft, pero también para destacar en un sector en el que Japón no ha conseguido protagonismo en los últimos años.
Vía: Ars Technica.