La Comisión Europea tomó la decisión el pasado mes de agosto de que Irlanda había concedido ventajas fiscales ilegales a Apple. El valor de los impuestos impagados por parte de la compañía californiana ascenderían a los 13 000 millones de dólares, para el periodo 2003 a 2014. Irlanda ya anunció su intención de recurrir la decisión de la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y ahora la compañía de Cupertino mueve pieza.
Apple ha indicado que va a presentar esta semana su apelación contra la multa, indicando que fue la compañía fue elegida a propósito para que esta fuera lo más grande posible, especialmente por el método de contabilidad empleado para calcularla. También indican que, de haberse elegido otros dos métodos, la cifra habría sido más baja y más cercana a la realidad.
Además, desde Apple también apuntan a que no pueden cumplir con la multa de la UE sin que Irlanda infrinja leyes fiscales pasadas, las cuales tenían reglas distintas para residentes y no residentes. También han rebatido que dos de sus compañías solo existan sobre el papel para no pagar los impuestos que deben.
En función de cómo termine la apelación de Irlanda, la Comisión Europea podría poner la vista en otras empresas para denunciarlas por lo mismo. De convertirse en norma, los días de bonanza en Irlanda podría acabar abruptamente.