La presidencia de Donald J. Trump va a dar titulares muy jugosos durante los próximos meses, con medidas que parecen indicar que le da igual la legalidad vigente o, incluso, su futura reelección. Una de sus primeras órdenes fue prohibir a los empleados federales de algunas agencias que hablaran públicamente.
Esta medida está siendo combatida por varios representantes en el Congreso de los Estados Unidos, algunos de los cuales han pedido por escrito a la Casa Blanca que remedie la situación. Los firmantes de la carta son Elijah E. Cummings y por Frank Pallone, quienes forman parte del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental y del Comité de Energía y Comercio, respectivamente.
La medida de Trump se dio a conocer al mostrarse varios memorandos a la prensa, en los cuales se prohibía a los científicos de la Agencia de Protección Ambiental y del Departamento de Agricultura que hablasen con la prensa y el público, e incluso que los del Departamento de Salud y Servicios Humanos hablasen con el Congreso.
En opinión de los autores de la carta remitida a la Casa Blanca, esta orden mordaza iría en contra de varias leyes federales, incluyendo la Ley de Protección de Reveladores de Secretos. Esta ley garantiza la protección de los empleados del gobierno que reporten fraudes, abusos y despilfarro de fondos públicos, protegiendo las comunicaciones de los chivatos con el Congreso y los inspectores generales de las distintas agencias federales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos ha indicado que los memorandos mostrados a la prensa sólo se refieren a regulaciones propuestas o pendientes, indicando que el departamento y sus agencias continúan comunicándose con el público y los medios a través de los canales habituales. El Departamento de Agricultura, por su parte, ha retirado la circular enviada a los empleados impidiendo la diseminación de noticias, fotos y hojas de información.
Vía: The Verge.