AMD se está retrasando mucho en la puesta a la venta de las tarjetas gráficas RX Vega, y puede que se lleve un susto si Nvidia presenta las gráficas de consumo basadas en la arquitectura Volta durante el verano o a principios del otoño. Puesto que son la gama alta de sus tarjetas gráficas, es normal que ahora se diga que las Vega de gama media no llegarían hasta principios de 2018.
De momento va a llegar al mercado las tarjetas basada en un chip al que se ha venido a denominar Vega 10, mientras que habría un Vega 11 recortado para las tarjetas de menor potencia. Personalmente no veo la necesidad de un Vega 11 porque podría tener la potencia máxima del Polaris 10, pero igual hay sorpresa con la potencia máxima del Vega 10. Oficialmente AMD sí que ha confirmado la existencia de un Vega 10 y Vega 11 —en un evento en marzo de 2016—, por lo que el que exista no lo pongo en duda.
La pregunta en este caso sería, ¿qué tendría de bueno las gráficas con un chip Vega 11? Pues viendo lo costoso de producir de la memoria HBM/2, posiblemente nada, porque para tenerlas disponible más baratas y en cantidad tendría que recurrir a memoria GDDR5/5X/6 para esas tarjetas. Si las RX Vega llegan a la potencia de una GTX 1080 Ti, sí habría espacio para que un chip Vega 11 llegara como máximo a la potencia de una GTX 1070, con lo que sí que podría conformar una gama media interesante para principios de 2018.
Vía: Hot Hardware.