Pasados algo más de 44 años desde que el ingeniero Martin Copper realizara la primera llamada desde un teléfono móvil, el investigador Vamsi Talla de la Universidad de Washington ha realizado la primera llamada desde un móvil sin batería que fue contestada desde un teléfono Android.

La tecnología se basa en la reutilización de las señales como las provenientes de dispositivos wifi y las emisiones de radio. Estas señales pueden ser captadas por antenas para obtener energía aunque solo se conseguirían algunos microvatios, mientras que un teléfono móvil actual requeriría alrededor de 800 milivatios para realizar una llamada.

Dado que la energía captada no sería suficiente para conseguir que esta comunicación se produzca, la tecnología que la ha permitido se basa en la reflexión de las ondas y se conoce como retrodispersión. Un símil de cómo funciona esta tecnología se tiene en el uso de un espejo que se orienta hacia el sol y refleja su luz para comunicarse. Los desarrolladores de esta tecnología tienen pensado a continuación incorporar una pantalla de tinta electrónica que permita enviar mensajes de texto.

Puede que la llamada resultara tener más interferencias de las deseadas y que la tecnología presente restricciones, pero es un paso importante para extender aún más el uso de las comunicaciones móviles. Hace menos de 45 años los móviles podían superar el kilo de peso y su batería tardaba 10 horas en cargarse para dotar de poco más de 30 minutos de autonomía, con un precio que rondaría en la actualidad los 8000 €.

Vía: WIRED.