Acer ha presentado en el IFA de Berlín una interesantísima tableta Switch 7 Black con Windows 10, de la que se puede decir de entrada que incluye el mejor hardware que se puede meter en una ahora mismo. Eso incluyen los procesadores Core de 8.ª generación de Intel, incluido el Core i7-8550U de ocho núcleos lógicos. Pero además, dispone de una gráfica dedicada GeForce MX150 de Nvidia.
Esa tarjeta está un peldaño por debajo de la GT 1030, y permitirá jugar a títulos de deportes electrónicos a 1080p con una buena calidad gráfica, e incluso a ultra según el título, entre los 30 y 40 FPS en Overwatch. La compañía ha usado el sistema de refrigeración LiquidLoop, que no llega a ser refrigeración líquida, sino más bien un sistema de caloductos avanzado para llevar el calor lejos de la zona de la CPU y GPU.
La tableta incluye una pantalla táctil de 13.5 pulgadas de tipo IPS, con resolución de 2560 x 1504 píxeles, y se vende junto a un lápiz Wacom de 4096 niveles de presión. La carcasa está fabricada en aluminio negro, y pesa apenas 1.15 kg con el teclado puesto, por lo que es igual de ligero que la mayoría de ultraportátiles, y con algo alguna funcionalidad más.
Estará disponible en diciembre en Europa y Norteamérica por 1999 euros o 1699 dólares.