Desde que en 2003 la Administración Pública de Múnich comenzó a emplear Linux, la ciudad ha sido puesta como ejemplo a seguir por los partidarios de este sistema operativo y del software libre. Pero no todo lo que reluce es oro, ya que los problemas de compatibilidad y la complejidad de la configuración que se emplea van a hacer que el software privativo vuelva a hacer acto de presencia en el consistorio.
Precisamente, a causa de que había aplicaciones que solo podían ejecutarse en Windows, el ayuntamiento tuvo que mantener este sistema operativo en algunos ordenadores. Ahora, se instalará este sistema operativo en 29 000 equipos más a partir de 2020, aunque antes pondrán en marcha un proyecto piloto en el que instalarán Office 2016 en máquinas virtuales.
El propio alcalde, Dieter Reiter, ha indicado que tener dos sistemas operativos en el entorno municipal no es una solución económica, así como que han existido quejas sobre el rendimiento del sistema actual. Además, ha habido disputas internas sobre si volver a Windows era la solución, algo que solo una minoría de la plantilla respaldaba.
El coste del despliegue se cifra en los 49.3 millones de euros, una cifra notable, poniendo así fin a lo que era una administración pública importante que se mantenía prácticamente solo con Linux.
Vía: EnGadget.