Google lleva tiempo desarrollando un nuevo sistema operativo, pero lo interesante de él es que no está basado en Linux. Con el nombre en clave Fuchsia, este sistema operativo llegó inicialmente para teléfonos Android, y ahora se puede instalar en más equipos, incluyendo el convertible Pixelbook, pero también el Switch 12 de Acer y algunos NUC de Intel de 2015. Su instalación requiere de un procesador de Intel, por lo que a diferencia de la versión para móviles, no se puede instalar por ahora en equipos con procesador basado en el arquitectura ARM.
El micronúcleo del sistema operativo se llama Zircon, anteriormente conocido como Magenta, y vuelvo a indicar que no es el núcleo de Linux. Utiliza una capa de renderizado llamada Escher que hace uso a su vez de la biblioteca gráfica Vulkan, por lo que no se le puede decir a Google que no esté usando las últimas tecnologías en su desarrollo. Su instalación en el Pixelbook se realiza mediante una memoria USB, pero esa memoria USB quedará inservible para cualquier otra cosa que no sea la instalación de Fuchsia.
La interfaz gráfica sigue la línea del lenguaje visual Material Design de la compañía, intentando además dar más opciones de recolocación de ventanas y multitarea. Las aplicaciones para Fuchsia se escriben utilizan el kit de desarrollo denominado Flutter, también desarrollado por Google, por lo que absolutamente todo lo relacionado con este sistema operativo está desarrollado por los trabajadores de la compañía. El sistema operativo es de código abierto y licenciado bajo las licencias BSD 3, MIT y Apache 2.0.
Los archivos de instalación para los nuevos equipos están en el repositorio de Google.
Vía: Ars Technica.