Sony ha llegado al Mobile World Congress con una renovación de sus teléfonos insignia, y eso implica que no se ha olvidado del modelo para los que quieren un teléfono más pequeño y manejable. El Xperia XZ2 Compact va a ser el referente en este sector, ya que incluye una pantalla de 5 pulgadas en un tamaño de 135 × 65 × 12.1 mm. El diseño sigue la línea del Xperia XZ2, con la parte trasera más abombada «para mejor el agarre», según Sony.
Salvo el cambio de pantalla, que es de 5 pulgadas con resolución de 1080 × 2160 píxeles con imágenes de alto rango dinámico (HDR), el resto del teléfono mantiene casi las mismas características. El procesador es un Snapdragon 845, con 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento, lector de tarjetas micro-SD, a prueba de agua con certificado IP68, sonido estéreo y versiones con una y dos bandejas SIM, aunque pierde la carga inalámbrica Qi.
La batería disminuye algo a los 2870 mAh, lo que en esta ocasión penalizará la autonomía del teléfono al mantener la resolución de pantalla —lo habitual es que el modelo compacto incluyera menor resolución—. La cámara es exactamente la misma, de 19 Mpx, capaz de grabar vídeo a 4K con HDR, misma super cámara lenta a 960 FPS y 1080p, y misma cámara frontal de 5 Mpx.
La descripción de este teléfono la podría haber hecho en la noticia del Xperia XZ2, pero me parece un modelo más importante. Hay mucha gente que busca teléfonos pequeños, y la tendencia general de las compañías es hacia hacerlos cada vez más grandes. Se ha convertido en un nicho de mercado, pero que tiene muchos más potenciales compradores de los que las compañías se piensan, salvo Sony, que si sigue sacando los modelos compactos de su teléfonos insignia es porque se venden bien.
Su precio será de 599 euros y se pondrá a la venta el 6 de abril.