ZTE ha llegado al Mobile World Congress con un nuevo teléfono de gama media que sigue la moda de los últimos tiempos de incluir una pantalla de relación de aspecto 18:9. El diseño del Blade V9 es en aluminio con buena calidad de fabricación, y dispone de unas características decentes —aunque no sean para tirar cohetes— para un precio que tendrá en torno a los 300 euros —al menos, es el precio inicial, que irá bajando en cuanto se ponga a la venta—.
Incluye una pantalla con resolución de 1080 × 2160 píxeles de 5.7 pulgadas, con un procesador Snapdragon 450 de ocho núcleos, 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento en el modelo base, que llega hasta los 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento. La batería es de 3200 mAh, y mantiene un conector de datos y recarga micro-USB.
La cámara dual trasera dispone de sensores de 16 Mpx y 5 Mpx con apertura ƒ/1.8 y un tamaño de píxel de 1.12 μm, con la cámara frontal de selfis y videoconferencias siendo de 13 Mpx. El tamaño del teléfono es de 151.4 × 70.6 × 7.5 mm con un peso de 140 g, por lo que no incluye excesivos marcos de pantalla. Es una versión con doble bandeja SIM con lector de tarjetas micro-SD de hasta 256 GB compartida con una de las SIM. Llega con Android 8.1 preinstalado.
El otro teléfono es el Blade V9 Vita, que mantiene un diseño similar, cambiando el procesador por un Snapdragon 435, 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento, bajando los sensores traseros a 13 Mpx y 2 Mpx y el frontal a 8 Mpx, y la pantalla a una de 5.45 pulgadas con resolución de 1440 × 720 píxeles. El PVPR de este modelo rondará los 200 euros, aunque seguramente baje rápido una vez se ponga a la venta.
Vía: The Verge.