El sector de los teléfonos inteligentes ha traído al mercado una gran cantidad de modelos de buena calidad al mercado y a buen precio. Las compañías tradicionales han optado por aumentar los precios de los modelos de gama alta, y eso lleva a modelos de 900 a 1100 euros, de Samsung, Apple o Huawei, entre otros. Sin embargo, esa mayor competencia procedente de China, y una ralentización general del sector de los móviles, va a afectar ligeramente a las cuentas de Samsung del segundo trimestre.
La compañía no ha tenido las ventas esperadas del Galaxy S9, y por tanto se van a quedar por detrás de las del debut del Galaxy S8 el año pasado, afectando a la cuenta de resultados de la compañía. Con esta situación, la compañía mejorará los beneficios un 5.7 % respecto al segundo trimestre de 2017, pero bajará en torno al 5 % respecto a los beneficios obtenidos en el primer trimestre del año.
Samsung ha visto cómo la competencia de las marcas chinas, como Huawei, Oppo, Vivo o Xiaomi, le han comido terreno en China, la India y otros países asiáticos, pero también en Occidente. Aunque, eso sí, los analistas indican que seguirá siendo el mayor productor de teléfonos del trimestre con unos 80 millones de smartphones producidos, por encima de toda su competencia. Teniendo en cuenta que lo que vende Samsung con el Galaxy S9 es una gran cámara de fotos y vídeo, la irrupción del P20 Pro de Huawei, que es mejor cámara en general, no le ha debido sentar tampoco bien a sus ventas.
Vía: 9to5Google.