La actualización de octubre de Windows 10 venía cargada de novedades, pero se ha visto lastrada por un problema bastante molesto, pues algunos usuarios informaron que, tras su instalación, desaparecieron archivos de su ordenador. La compañía no perdió el tiempo y retiró la actualización para realizar correcciones en la misma, aunque no parece que haya solventado todos los problemas.
Los problemas que tenía originalmente la actualización estaban causados en cómo se realizaba esta, trasladando todos los archivos de las carpetas por defecto del sistema, como Documentos, a una nueva localización. Sin embargo, este traslado no se efectuó para los afectados, los cuales son uno de cada 10 000 según Microsoft. La versión corregida de la actualización seguiría borrando archivos, esta vez por otra causa.
En esta ocasión el problema estaría en la gestión de los archivos dentro de las carpetas comprimidas en formato ZIP, sobrescribiendo los archivos duplicados sin pedir la confirmación del usuario para ello. Por otro lado, algunos usuarios también indican que, en ocasiones, la operación de compresión falla, borrando los archivos afectados, y sin notificar al usuario del fallo.
Esta actualización de Windows 10 se está convirtiendo en una pesadilla para la compañía, viéndose incapaz de escapar de las críticas, no solo por los fallos, sino por la forma en que gestiona su desarrollo.