Dentro de los móviles más pintorescos que han sido presentados en el Mobile World Congress se encuentra el Power Max P18K Pop de Energizer. Es un teléfono cuya característica especial es la inclusión de una enorme batería de 18 000 mAh, aunque al coste evidente: es un teléfono realmente grueso, si bien no se sabe oficialmente su grosor —18 mm en unos sitios, 30 a 40 mm en otros—, con 450 gramos de peso.
Se puede usar para recargar otros dispositivos, y se recarga por un puerto USB tipo compatible con carga rápida de 18 W. Me parece poca cosa para llenar 18 000 mAh en un tiempo razonable, pero tampoco será sencillo que se vaya a agotar su batería especialmente rápido. Con un uso moderado a alto cada día, debería durar una semana.
El móvil tiene un aspecto raro debido a ese grosor que tiene, pero usa el diseño habitual de hoy en día. El procesador incluido es un Helio P70 de Mediatek, un modelo de gama media con cuatro Cortex-A73 a 2.1 GHz y cuatro Cortex-A53 a 2 GHz, con 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento, más un lector de tarjetas micro-SD de hasta 128 GB, si bien se puede usar también para ponerle una segunda tarjeta SIM.
La pantalla es de 6.2 pulgadas con una resolución de 1080 × 2280 píxeles, y no tiene ni muesca ni balazo, ni nada similar, siendo por tanto el frontal casi todo pantalla. La cámara frontal se ha sustituido por una emergente en la parte superior, que aparecerá solo cuando se necesite, e incluye un doble sensor de 16 Mpx y otro de 2 Mpx. La cámara trasera es de triple sensor, con uno de 12 Mpx, otro de 5 Mpx y otro 2 Mpx de profundidad.
Se pondrá a la venta en junio por un precio aún por determinar. Es precisamente el precio en donde se la juega para ser interesante, porque no le veo absolutamente ninguna ventaja a este móvil frente a tener uno normal y una batería externa. Llegará con Android 9.0 preinstalado.